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Finalista Premio Planeta.

Sandra Barneda: "Algunos creen que por ser presentadora de éxito tienes pocas neuronas"

En la aceptación, reivindica, está el fluir de la vida. «Un océano para llegar a ti» narra la distancia que un padre y una hija deben recorrer para encontrarse.

Sandra Barneda: "Algunos creen que por ser presentadora de éxito tienes pocas neuronas»

Tenía claro, cuenta, que su novela iba a ser una

historia protagonizada por gente extraordinaria con una vida ordinaria

. Pero nunca imaginó que, esa historia «íntima», la llevaría a ser finalista del Planeta. Ahora está feliz porque, tras leer su libro, los lectores le dicen que valoran la vida.

En la novela reivindica que hay que aceptar para ser feliz.

En la aceptación está el fluir de la vida. A veces, cuando la vida nos golpea y no encontramos el rumbo, somos muertos en vida. Hay que aceptar para seguir.

En esas circunstancias hay que agarrarse al amor.

El antídoto a todo es el amor y el placebo son todas nuestras distracciones, éxitos o banalidades, cosas que pensamos que nos van a ayudar y en el fondo solo es algo momentáneo. Si no te conectas con el amor más puro y la vulnerabilidad no consigues ese estado de plenitud y de aceptación. Los personajes de la novela transitan sobre ello en una historia en la que se podría reconocer mucha gente, por ser familiar, de cuentas pendientes y de secretos escondidos que tras una muerte salen a la luz; la novela es la historia de la distancia que padre e hija tienen que recorrer para encontrarse.

¿Es de las que se preocupa del qué dirán?

No mucho, si tuviera que preocuparme mal andaría porque, trabajando en televisión, imagínate. Me he blindado bastante, solo me importa el qué dirán de los que tengo cerca.

Ha dicho que le asombra que a la gente le sorprenda que sea finalista de un premio como el Planeta siendo, también, presentadora de ‘reality’.

Me sorprende que sobre ello exista un perjuicio porque en el mundo de las letras hay de todo y todo se puede compatibilizar. Algunos creen que una presentadora que conduce programas de éxito, como dijo Carmen Chaparro, tiene pocas neuronas. A ver, Eva (en la otra página) es óptica, a nadie le extraña y nadie le pregunta por ello.

Más de una vez ha habido un ‘negro’ detrás de la novela de un ‘famoso’...

Creo que va mucho más allá de eso y que tiene que con los perjuicios. Parece que se duda de la calidad de todo lo que llega a un público de masas. Yo escribo y, joder, tengo muchos lectores y eso está avalado. En menos de cinco días ya vamos por la segunda edición. Parece que tienes que alejarte de una cosa para que te valoren en otra. Lo que realmente me importa es que a la gente le guste mi novela. Si me hubiera dejado impresionar en mi vida, te diría que no hubiera hecho muchas cosas. Los perjuicios están llenos de miedos, de ignorancia y de envidia.

¡Vaya novela se podría escribir de los Pantoja-Rivera!

Madre mía, lo que está ocurriendo se puede extrapolar perfectamente; una historia basada en una herencia que el hijo descubre 30 años más tarde, una habitación secreta donde se guardan trajes del padre fallecido que proceden de un robo denunciado. Es un punto de partida brutal.

En esa familia, dicen, no hablan y en su novela, los silencios dicen mucho.

Lo peor siempre es lo que callamos. El silencio es un protagonista más de mi novela para reflejar lo que callamos y la incomunicación que hay. A veces tenemos cierta torpeza para acercarnos. La relación padre e hija está llena de silencios incómodos que yo quería que el lector sintiera. ¡Qué pena es no saber qué decirse! Luego están los silencios de esas decisiones en la vida que has decidido no compartir y eso tiene un peso y unas consecuencias que, en la novela, se descubren a raíz de la muerte de la madre.

En la novela, una muerte que genera mucha vida.

Yo quería una historia protagonizada por gente extraordinaria con una vida ordinaria. Quería refleja la cotidianeidad de una vida mirándola desde una ventana indiscreta, hacer un homenaje a la vulnerabilidad y recordar que nuestro antídoto es el amor.

Luis es gay y no lo acepta su padre, y Sole y Ada son pareja y su hermano se resiste a reconocerlas. ¿Estas dos tramas son una reivindicación?

Siempre pongo esa cuota por responsabilidad social. En esta historia casaba muy bien por la incomunicación y el vivir silenciado.

Escribir es exponerse y en esta novela tan intimista, ¿hay mucho de usted?.

Todas las novelas nacen de mí. Este es el trabajo más preciso de forma consciente que he hecho porque no me he regodeado en las descripciones. Me apetecía entrar en lo emocional.

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