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El coronavirus puede hasta con Wagner

La covid sacude la cultura valenciana y obliga a reducir públicos, cerrar cines y cancelar la gran producción de la temporada en Les Arts

Representación del «Tristan und Isolde» que iba a Les Arts. efe.

Incluso Wagner el poderoso, el de las valquirias, los dioses arrogantes y los amantes impetuosos, el de las lanzas sagradas y los anillos que dominan el mundo, el de las óperas interminables, el del coronel Kilgore anunciando un Apocalipsis de napalm desde un helicóptero, ha sido derrotado por el virus microscópico. Les Arts anunció ayer la cancelación del ‘Tristan und Isolde’, que se había programado para el próximo mes de marzo y que, además del gran hito de esta temporada, iba a suponer el regreso de una obra del compositor alemán al auditorio valenciano.

«La dirección de Les Arts emplaza por seguridad el drama musical de Richard Wagner a futuras temporadas, ante sus necesidades musicales y la envergadura de la obra, de más de cinco horas de duración con dos descansos incluidos», anunció ayer la ópera en un comunicado. En su lugar, Les Arts programará los días 2, 7, 11 y 14 de marzo el ‘Falstaff’ de Verdi que tuvo que suspender la pasada semana al producirse un brote de coronavirus en el equipo.

La del ‘Tristan und Isolde’ que llegaba a València producida por la Ópera de Lyon, la dirección musical de Mikko Franck y la escenografía de Alfons Flores no ha sido la única sacudida que ha sufrido la programación de Les Arts por culpa del coronavirus. La dirección ha decidido aplazar «por el importante número de cantantes y de músicos en el escenario» al 1 de julio el debut de Daniele Gatti al frente del Cor de la Generalitat y la Orquestra de la Comunitat Valenciana con el ‘Réquiem’ de Verdi.

Además, con motivo del cierre perimetral en fin de semana de la ciudad de València al menos hasta el 14 de febrero, se ha desplazado al domingo 28 la primera sesión del ciclo «Bandes a Les Arts». Sí se mantiene, en cambio, el concierto de «Matins a Les Arts» del domingo 7 de febrero con los artistas del Centre de Perfeccionament, así como la visita el viernes 12 de febrero dentro del ciclo «Les Arts és Lied» del barítono Christian Gerhaher y el pianista Gerold Huber con obras de Schumann y Debussy en el atril. También se mantiene en el Teatre Martín i Soler ‘L’isola disabitata’, que se estrenará el 13 de febrero.

Los aplazamientos, cancelaciones y adelantamientos horarios para cumplir con el toque de queda en Les Arts ejemplifican el tremendo golpe que está sufriendo la cultura valenciana por parte del coronavirus. En este caso, además, en un lugar que había sido paradigma de resistencia al haber mantenido hasta ahora su programación casi tal como había sido concebida al empezar la temporada.

El efecto de la covid 19, claro, no es solo en Les Arts. Esta misma semana gran parte de los cines de la ciudad -los Lys, los Babel, los Yelmo, los Cinesa-, además de Kinépolis en Paterna han anunciado su cierre temporal. Las salas de conciertos apenas ofrecen ya música en vivo en condiciones y las salas de teatro están ofreciendo funciones con la mitad de su aforo.

A los contagios y al miedo se han unido también las medidas que ha ido tomando la Generalitat para intentar frenar la escalada de positivos. Precisamente hoy se inicia el primer fin de semana en el que las localidades de más de 50.000 habitantes estarán «perimetradas». Se prohibirán las salidas de la ciudad, el acceso desde otros municipios y, por lo tanto, que en el caso de los centros culturales de València no puedan recibir público de su área metropolitana.

Es una medida que se une a otra anterior ya bastante disuasoria para los vecinos de fuera de València, como ha sido el toque de queda a las 22.00 horas y que, en el caso de las instituciones culturales públicas, se acoge con cierta resignación. Desde el IVC -que este fin de semana programa en el Teatro Principal tres funciones de ‘Juana’ con Aitana Sánchez Gijón y las tres últimas de ‘Dinamarca’ en el Rialto-, su director Abel Guarinos recordaba ayer que como servicio público que no depende de la estricta recaudación de taquilla, «no nos debe afectar una posible disminución de espectadores por el cierre perimetral». «Nuestra obligación es colaborar -en la medida de nuestras posibilidades- en minimizar los problemas que crea la pandemia de la covid a los ciudadanos, en general, y a los sectores profesionales de las artes escénicas, musicales y audiovisuales, en particular», añadió Guarinos.

Pero los profesionales del ámbito privado sí lamentan más abiertamente que los cierres perimetrales vayan a disminuir todavía más la ya mermada afluencia de público a las salas. O que no se hayan tomado, al menos, medidas como el conocido como «salvoconducto cultural» que permita a las personas de fuera de las grandes ciudades acceder a ellas durante el fin de semana para asistir a una representación teatral o un concierto. Un salvoconducto con el que sí cuentan los profesionales que necesitan entrar a las ciudades confinadas para trabajar, como es el caso de los músicos de la Orquesta de València, tal como confirmaban ayer fuentes del Palau de la Música.

«Hay que tener en cuenta que el 35 % del público del teatro suele venir del área metropolitana. Así que, sobre una reducción del 50 % del aforo disponible, el cierre perimetral de València nos hace sumar esta nueva pérdida de espectadores», subrayaba ayer Juan Carlos Garés, socio fundador de Sala Russafa. «No obstante, Sala Russafa y el resto de teatros privados y públicos hemos acordado seguir abiertos, como anunciamos en un comunicado conjunto, porque tenemos un compromiso doble: con el público y con los trabajadores del sector de las artes escénicas».

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