Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Marylène Albentosa: "Es urgente que el Escalante tenga una sede fija para volver a ser un referente"

Directora del Teatre Escalante

Merylène Albentosa, ayer en el Teatre Principal. f.bustamante

Exalcaldesa de Guardamar del Segura y gestora cultural, Marylene Albentosa se hace cargo de forma provisional (seis meses prorrogables a otros seis) de la institución teatral de la Diputación de València, sin director ni sede fija desde 2016. «N

o es una situación fácil -reconoce-. No tener la sede nos impide ser más visibles. Pero sí existe una actividad continuada planteada por los anteriores programadores, Josep Policarpo y Gabi Ochoa, y una voluntad de trabajar y un equipo humano fantástico que ha logrado que las producciones sigan a pesar de las dificultades. El Escalante existe y su gran bagaje está ahí».

Josep Policarpo criticó al dejar el cargo la provisionalidad en la que vive el Escalante. Su nombramiento para seis meses no parece la mejor forma de acabar con esto.

La estructura administrativa es compleja. La idea es estar más tiempo y, de hecho, mi proyecto no es solo a seis meses prorrogables, es mayor. Lo iremos viendo, porque tiene unos trámites y unos procesos, pero mi idea no es solo quedarme seis meses.

¿Se presentará al concurso para ocupar la plaza otra vez?

Sí, porque un proyecto como éste no se lleva adelante ni en seis meses ni en un año.

¿Qué podría hacer si tuviera más tiempo?

Todavía estamos analizando. El Escalante no solo es un espacio teatral, es un proyecto dirigido al público infantil y juvenil, con una programación y una línea de trabajo que hay que adaptar al momento, a una crisis que también afecta a nuestro público. Sus vidas han cambiado y nosotros tenemos que trabajar con estos cambios. Y otro reto es ampliar nuestro radio de acción. Somos diputación y tenemos una proyección provincial, hemos de trabajar en la provincia y pensando en el sector, que está pasando un momento difícil y complicado. Hemos de lanzar todas estas líneas y abrir algunas también de investigación y nuevos lenguajes.

¿Tiene algún referente?

Hay un referente fantástico, la gente que me dice «yo he crecido con el Escalante». Lo dicen los padres que vienen con los niños y nuestro objetivo es conseguir que esos niños crezcan con el Escalante y dentro de unos años digan lo mismo que ahora dicen sus padres.

¿Sería un buen momento para que el Escalante creciera igual que los padres y se abriera a otros públicos?

Sería un buen momento y se ha hecho ya con el ciclo de Teatro de la Memoria. Pero he de ver cuál es la realidad de la ciudad. Vivimos un momento muy bonito en València, hay muchos más espacios de los que había cuando yo trabajaba aquí hace unos años y hay que ver los huecos. Y hay que ver también ese concepto de «teatro familiar». En él entran los niños pero también el público adulto.

¿Cómo se programa en plena pandemia para un público que se mueve, salta, grita y disfruta?

Ese es el gran reto, y por ahí es donde tenemos que investigar. Durante la pandemia se ha hecho teatro ‘on line’ pero eso no es a lo que nos dedicamos nosotros. Nos dedicamos al arte en vivo, a estar en directo con los niños, a que se toquen y emocionen… Y eso ahora es complicado, por eso tenemos que hacerles propuestas a los creadores.

Hablábamos de lo que haría si tuviera más tiempo. Pero, ¿qué no le va a dar tiempo a hacer en seis meses?

De todo. Si en seis meses pudiera resolver tener un espacio estable sería fantástico, pero no es fácil.

Se ha hablado de dos posibles sedes: una nave Ribes del Parc Central y el auditorio del Instituto de Audiofonología. ¿Cuál será?

Sé que la parte política está trabajando ya en analizar ese tipo de cosas. Nosotros, como equipo Escalante, queremos aportar la posible solución a ese espacio, pero no puede decir nada más. Sé que en breve podremos presentar alguna solución, y sé que están muy concienciados y con ganas de ofrecernos ese espacio, a nosotros y a la ciudadanía.

¿Como es de urgente que el Escalante tenga sede fija?

Mucho. Nos hace falta tener una sede para volver a ser un referente, para que la gente pueda volver a decir «yo he crecido con el Escalante». Todavía no lo tengo cerrado, porque no depende de mi voluntad, pero cuantos menos espacios utilicemos, cuanto más nos centremos en un espacio, mejor nos irá.

¿No merece el Escalante un edificio nuevo o, al menos, que no comparta con otras instituciones?

Cuando pensamos en el Escalante, no solo en el teatro, sí que necesitas un espacio con comodidad para trabajar, exhibir o investigar. Si con los edificios que hay eso es posible, fantástico. Y si no, se lo tendrán que plantear. Pero estoy trabajándolo aún, pero me consta el apoyo político. La diputación ha sido pionera en temas teatrales y tienen claro que ese valor lo quiere recuperar.

A diferencia de teatros municipales como El Musical o la Mutant, el Escalante solo lo pueden dirigir funcionarios. ¿No es eso cerrar puertas a mucha gente válida?

Sí, sí. Hay mucha gente que no es funcionaria y es válida, y también hay mucha gente válida entre los funcionarios. Hay mucha gente que puede hacer este trabajo. Pero cada perfil tiene sus puntos fuertes y sus puntos débiles. Una persona del mundo artístico quizá conoce menos el mundo de la administración, y la administración es un idioma, y ese conocimiento yo lo tengo.

¿Qué le ha atraído de este proyecto tan complicado para haber pedido una comisión de servicios y venirse aquí desde Guardamar?

Me encantan los retos. Y desde mi punto de vista profesional también he crecido viendo lo que hacía el Escalante. Por eso no es solo una oportunidad para seguir creciendo sino para ayudar yo ahora a que el proyecto siga.

¿Qué significa el Escalante para el teatro valenciano?

Ha sido el centro de producción fundamental dentro de la programación infantil. Y ha sido un lugar de referencia para la profesión y el sector. Creo que no se entiende el teatro valenciano sin el Escalante.

Emplea el pasado. ¿Cuándo podrá conjugar el presente?

Esperemos que pronto, a eso vamos y a eso hemos venido.

Compartir el artículo

stats