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Tribuna

Iturbi y el coronavirus

Periodistas galardonados y concursantes del Premio Iturbi celebrado en el Principal. | FIRMA FOTÓGRAFO

Hoy, cuando otros concursos importantes han retrasado su convocatoria a dentro de un año y otros muchos optado por hacerlos on-line, en el Premio Iturbi decidimos apostar por hacerlo presencial aquí en València.

Iturbi y el coronavirus

Esta edición ha batido su récord, con 178 concursantes de 41 países, con un porcentaje increíble de quizá el 80 por ciento de ellos ganadores de premios en grandes concursos internacionales como el Rubinstein de Tel-Aviv, el Liszt de Weimar, Sidney, Busoni Bolzano, Artist Guild de New York, Río de Janeiro, Prix d’Europe, Bradshaw- Buono, Tbilisi Int. Frankfurt Int. Scriabin Int., Scottish Int., Île-de-France Int., Santander, PTNA Japan, Jaén. ... Y muchos de los concursantes ya con CDs comerciales en el mercado y empezando una carrera de actuaciones profesionales. ¡Un magnífico nivel!

El jurado al completo ha estado en València excepto Menahem Pressler, la leyenda viviente que se encontraba confinado en Londres, pero que gracias al zoom ha seguido, juzgado y votado con todos nosotros.

Pero coronavirus significa: distancia, cuarentena, PCR, positivo, restricciones enormes de viaje, retraso en los visados, anulación de vuelos... ¡Y cuántas cosas más!

Y la covid empezó a golpear a los concursantes soñadores: a) los que dieron positivo al ir a subir al avión, b) los que no recibieron su visado a tiempo, c) los que tuvieron que quedarse en cuarentena por contagios familiares, d) los que les anularon el vuelo, etcétera, etcétera. Pero llegaron los suficientes para hacer las pruebas eliminatorias: tres recitales de 30, 45 y 60 minutos; algunos de ellos, literalmente en el último momento, tuvieron que casi ir directamente del aeropuerto al teatro...

También los tres finalistas sufrieron la covid en la final con orquesta por la distancia obligada entre los músicos, los muros de plástico delante de los instrumentistas de metal y madera, que dificultaban enormemente el verlos y sobre todo escucharlos para poder hacer música juntos.

Y la acústica seca del noble y querido Teatro Principal -concebida para la palabra de actores- que la conocemos todos los que hemos hecho música en él (¡incluido Liszt!), y a la que los valencianos estaban acostumbrados hasta el advenimiento del Palau de la Música (desgraciadamente cerrado por obras ahora), y cuya acústica soberbia es la de los valencianos de hoy.

Estoy orgulloso y agradecido del enorme trabajo que el equipo ha hecho todos estos meses, intentando paliar los pequeños y grandes problemas que la covid creaba continuamente. Y lo han conseguido.

Claro que el coronavirus ha herido un poco a Iturbi, pero las heridas se curan. El concurso es un timbre de gloria para València.

José Iturbi estaría feliz del esfuerzo llevado a cabo. Y del resultado, estoy seguro.

Yo lo estoy.

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