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Óscar de Manuel | Compositor.

"El flamenco es un arte que provoca y remueve por dentro"

En octubre estrenará su primera ópera flamenca, titulada «Bailando con Carmen»

Óscar de Manuel

Óscar de Manuel nació en Cádiz, pero se mudó a València con solo cinco años. Confiesa que se ha criado en la banda musical de Alaquàs, y de ahí le viene su integración natural con la música clásica. A raíz de una promesa a su padre, se introdujo en el flamenco hace más de veinte años, y desde entonces se ha convertido en todo un referente internacional del género.

¿Qué es el «flamenco sinfónico»?

El flamenco sinfónico como estilo propio en sí no existe. Es una evolución de compositores, la cual yo he utilizado con el flamenco más actual, el flamenco más contemporáneo. He estado trabajando por todo el mundo llevándolo a una parte más sinfónica, para actualizar ese lenguaje propio que de por sí tenía el flamenco, pero llevado a un lenguaje más universal como lo es la música clásica. Eso es para mí flamenco sinfónico.

¿De dónde viene su interés por el flamenco?

Sobre todo a raíz del año 2000, que es cuando falleció mi papá. Por una promesa que había hecho me dejé la música clásica para probar el flamenco, pero finalmente se ha convertido en mi forma de vivir. Pero realmente todo viene de cuna. De cierta manera he sabido encauzar mis dos pasiones: la música clásica y el flamenco.

Ha tocado en grandes ciudades como Tokio o Nueva Delhi, ¿cómo perciben los extranjeros el flamenco?

A nivel internacional tiene mucha más acogida y reconocimiento que en España. Más que nada porque es un arte muy puro, con mucha magia, y la gente de fuera no está acostumbrada a esa espontaneidad, a esa falta de rigor que se convierte en algo que se enciende, que pellizca, que te saca una sonrisa. Es un arte que provoca y remueve por dentro. Eso el público internacional lo agradece mucho, porque no hay un aplauso establecido como sucede en la música clásica.

Acaba de recibir un premio de la Academia norteamericana «The Global Music Awards».

Allí se fijan en nuestro trabajo. Suele pasar, en casa de herrero cuchara de palo.

¿Cree que en España el flamenco no tiene el reconocimiento que merece?

Tiene reconocimiento, pero como por desgracia la televisión y las programaciones mandan, la cultura en general se empobrece. En cualquier otro país un escritor, un pintor, un bailarín, un músico, un compositor... Se considera un oficio, no un hobby, y eso lo cambia todo. Allí la cultura forma parte de la educación. Y eso a nivel conceptual lo cambia todo. Yo he estado en Francia haciendo giras, y venían grupos y grupos de niños a ver los ensayos generales. Eso yo no lo he visto en España.

Esos oficios que ha enumerado anteriormente, ¿cree que no se consideran empleos o trabajos en España?

Totalmente. Pero no solamente los artistas, también diseñadores, iluminadores, técnicos, atrezzo... Cuando haces un espectáculo la familia es muy grande. Ya no hablamos de que el artista no tenga acceso a un nivel de educación. Es que todo el tejido que le rodea, tampoco está protegido. Y en la pandemia se ha visto más que nunca.

¿La pandemia ha hecho que se replante algo?

Me ha hecho reflexionar mucho, me ha hecho volver a conectar conmigo, y entender y valorar todo lo que he hecho hasta ahora, sea aplaudido o no. Valorar los más de treinta países en los que he podido tocar, más de cuatro continentes. Para cuando pueda volver, valorar y disfrutar cada uno de los aplausos.

¿Cuánto tiempo lleva alejado de los escenarios?

Ahora, 19 meses. Empezaré en octubre con el estreno de ‘Bailando con Carmen’, mi ópera flamenca, en el Teatro Circo de Albacete, con la Orquesta Filarmónica de Castilla La Mancha.

Supongo que sus trabajos eran de carácter internacional.

Claro, yo al año suelo trabajar un 75% internacional y un 25% nacional. Entonces mi parón ha sido obligatorio y por un periodo de tiempo mucho más largo que el que suele trabajar nacionalmente. Y se me canceló todo, no me aplazaron. Pero no me quejo, yo sigo creyendo en mis proyectos, he tenido un reconocimiento desde Estados Unidos y comienzo mi espectáculo en octubre. Eso es importante a nivel personal y profesional, así que voy viendo la luz.

¿Con qué se queda de esos treinta países en los que ha tocado?

Soy muy apasionado de conocer culturas. Te puedo decir que a Tokio quiero volver con mi espectáculo, aunque ya haya estado dos veces. También me quedé con muchas ganas de conocer Sydney.

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