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La «mano prodigiosa» que se oculta bajo las pinturas

Los dibujos subyacentes muestran a un dibujante de trazos ligeros y ágiles ejecutados «a la prima»

Los investigadores en el Museo de Bellas Artes de València. | M. BB. AA. VALÈNCIA

El proyecto dirigido por el catedrático Ximo Company, intenta poner algo de luz sobre aspectos aún confusos en torno a la figura de Joan de Joanes como el de su formación, pero también estudiar en profundidad su técnica para entender su proceso creativo. Según explica Isidro Puig, los dibujos subyacentes de Joanes que están descubriendo las cámaras de infrarrojos y radiografías nos muestran a un artista «que domina el dibujo, con trazos nerviosos, ágiles, ligeros, sinuosos, que trazan la forma de la figura de una manera prodigiosa y a la primera». «Muchos artistas se ajustan en la obra final a lo que han dibujado porque ya lo tienen muy pensado y no cambian. Sobre todo los pintores flamencos son muy meticulosos y perfeccionistas en sus dibujos -explica el profesor-. Pero Joanes no, es más alegre y de dibujo ‘a la prima’, sin muchos detalles. Solo ajusta cuando aplica el color».

Además de entender mejor la técnica de Joanes y dilucidar aspectos sobre su formación, la investigación de la ACEM y la UPV sirve -en parte- para detectar falsificaciones o manipulaciones y ayudar en las autorías, «pues los dibujos previos son casi como una firma de autor», afirma Puig.

Más que identificar pinturas que en un primer momento no se consideraban de Joanes y después sí, lo que está permitiendo el estudio es confirmar las que lo son con seguridad. «En ocasiones no aparece exactamente su dibujo, pero técnicamente lo son, por lo que podría tratarse de una obra de taller retocada por Joanes. Y en otras el dibujo que parece es de Joanes pero hemos encontrado la cuadrícula o restos de calco, lo que también quiere decir que es una obra de taller».

La presencia de Joanes fue tan importante en el Renacimiento español que en los museos, iglesias y colecciones privadas abundan las pinturas «joanescas», de seguidores, con las mismas representaciones de Eccehomos, Vírgenes con el Niño y Salvadores. «Para quienes estamos más acostumbrados, sus pinturas se suelen diferenciar con cierta facilidad -asegura Puig-. Pero hay obras de gran calidad que son difíciles de atribuir al maestro porque pueden haber sido ejecutadas en el entorno mismo del artista o con la participación de algún pintor de su taller».

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