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Un artista finaliza el mural que Renau dejó sin acabar por un boicot en la RDA

Javier Parra busca una ubicación para instalar esta obra de 7 metros de altura

Javier Parra finaliza el mural que Renau dejó sin acabar por un boicot en la RDA | J.P.

«El mural de Pablo». Así se refería Josep Renau al mural que preparó en 1969 para un complejo educativo del este de Berlín. Fue rechazado en dos ocasiones por las autoridades de la República Democrática Alemana (RDA). Pese a que era el mural favorito del artista valenciano, ya que mostraba a su hijo Pablo, uno de los cinco hijos que tuvo con Manuela Ballester y quien hizo las veces de modelo, el boceto acabó olvidado en un cajón. Sin embargo, el ilustrador Javier Parra ha convertido la frustración de Renau en un mural de 7 metros de altura y 4,5 metros de ancho, tal y como lo planificó el artista.

«Es necesario hacer justicia a la trayectoria de Renau, uno de los artistas más brillantes de la época», explica Parra, exconcejal del Ayuntamiento de Paterna, quien ha dedicado dos años de su vida al mural, en los que ha estado estudiando el fondo de la Fundación Josep Renau, que atesora actualmente el IVAM. De hecho, el boceto del mural está expuesto en la muestra «Los exilios de Renau», que puede visitarse hasta el 9 de enero.

El artista valenciano, exiliado en la RDA desde 1958, recibió el encargo de este mural en febrero de 1969, pero fue rechazado porque «no representaba la colectividad». «Las autoridades consideraron que no representaba al conjunto de la clase trabajadora, pero Renau no lo quiso cambiar. Volvió a presentarlo años más tarde para ubicarlo en el Palacio de la República, en 1973, pero volvió a ser rechazado», explica Parra, quien viajó hasta Alemania para entrevistarse con Marta Hofmann, discípula de Renau. «Ella apuntó a que el motivo por el cual Renau no tuvo más murales en Alemania fue el celo que generó en algunos círculos artísticos de Berlín», señala el valenciano, mencionando el nombre de Walter Womacka. «Le pusieron piedras en el camino porque era mejor que los artistas que en ese momento hacían murales en la RDA. Hubo un dirigente en el partido que se quedó impresionado con las obras de Renau y reconoció que no había artistas capaces de llegar a ese nivel de precisión», añade.

Javier Parra finaliza el mural que Renau dejó sin acabar por un boicot en la RDA

El artista valenciano llegó a comprar los 15 tableros de madera que hacían falta para llevar a cabo el mural, incluso hizo el dibujo a tamaño real. Parra ha retomado el trabajo donde Renau lo dejó y para ello, ha tenido que estudiar su técnica. «Me he dedicado completamente al mural porque me siento muy identificado. Esta obra condensa lo que era la ciencia y el arte para Renau», señala Parra, quien además combina estas dos vertientes, ya que es ingeniero informático y artista.

Este mural, dedicado al papel de la clase trabajadora en la era de la revolución científica y técnica, está pensado para estar en el interior, lo que supone un hándicap para su ubicación en la actualidad. «Mi sueño es que se quede en alguna institución pública valenciana, como Renau hubiese querido», concluye.

dos años de trabajo. 1 El artista Javier Parra, en su taller de Ciutat Fallera en València, con el mural ya acabado. La obra mide 7 metros de altura y 4,5 de ancho. 2 Parra dibujó a tamaño real el mural. Para ello, siguió el boceto de Renau, que actualmente se expone en el IVAM. F

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