Ricardo Bofill ha muerto a los 82 años. El arquitecto y urbanista catalán era conocido por ser el autor de obras conocidas en Barcelona y otras más recientes en València como el rascacielos Bofill que estará construido en 2023. El edificio se convertirá en uno de los más altos de la ciudad y será, junto al que ocupa el Hotel Melià en avenida de las Cortes Valencianas, la gran puerta de entrada a la ciudad por el acceso norte.

No obstante, algunas obras del arquitecto han cambiado la estética y funcionalidad de València para siempre como es el primer tramo que se construyó del jardín del Turia. Diseñado por completo por el Bofill, el Jardín del Túria fue inaugurado en 1986, después de que el Ayuntamiento de València del socialista Ricard Pérez Casado asumió de lucha vecinal para que el viejo cauce no se convirtiera en una autopista tal como había planteado el gobierno franquista antes de la Democracia.

El Jardín del Túria de Ricardo Bofill

Descartada la autopista, el consistorio contrató al entonces emergente arquitecto catalán para que diseñase toda la planta del futuro pulmón verde de la ciudad y ejecutase varios tramos. En contreto, Ricardo Bofill trabajó en los tramos X y XI que, en la actualidad, discurren entre el Puente del Mar y el Puente del Ángel Custodio y transcurren frente a edificios tan icónicos del urbanismo del 'cap i casal' como el Palau de la Música. De hecho, el auditorio se levantó al mismo tiempo que se iniciaban las obras de reconversión del cauce fluvial, cambiando para siempre la ciudad.

Bofill aceptó el encargo del gobierno local y diseñó la estructura completa del nuevo río. El catalán expuso los planos y maquetas del proyecto urbanístico en la Lonja de la Seda. Más de 100.000 valencianos acudieron a la muestra para conocer de primera mano cómo iba a ser el parque más grande de la ciudad.

Las fuentes frente al Palau de la Música, en el tramo del Jardín del Túria diseñada por Ricardo Bofill. Manuel Molines

Estos tramos se proyectaron con una marcada planta geométrica, ordenación regular y simétrica que se aplica también a los elementos decorativos. Este planteamiento se hace especialmente notorio en el tramo del auditorio, con el estanque que permite una visión amplia y limpia del edificio desde ambas partes del cauce viejo. Pero es visible también en las columnas que decoran los límites del lago rojizo, cuyo color original se recuperó recientemente.

El tramo ejecutado por Bofill tiene la estética más clásica del Jardín del Túria, con planteamientos que varían desde el parque de cabecera hasta la desembocadura, sin proyecto claro todavía, pasando por enclaves tan distintos al de Bofill como la Ciudad de las Artes y las Ciencias.

Bofill firma 'Ikon', la nueva puerta de entrada a València

Diseñada por Ricardo Bofill, la nueva puerta de acceso a la ciudad del siglo XXI se aleja de las Torres de Serrano y se ubicará, al finalizar la obra en 2023, en la avenida de las Cortes Valencianas. El rascacielos 'Ikon' no solo será el edificio residencial más alto de la capital del Túria, sino que generará una entrada a la ciudad al situarse frente a otro edificio de altura de la ciudad como es el ocupado por el hotel Melià Valencia.

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El rascacielos de Bofill en València, por dentro Levante-EMV

El proyecto de Bofill se impuso en un concurso abierto por la promotora Kronos a los presentados por Carlos Lamela (que diseñó la terminal T4 de Barajas) y al del valenciano Fran Silvestre. El arquitecto catalán ha diseñado un edificio icónico con dos torres unidas a dos alturas. Kronos está invirtiendo 70 millones de euros en el proyecto. Las viviendas cuestan de media entre 350.000 y 400.000 euros. No obstante, una vivienda de 295 metros cuadrados y 17 de terraza ubicada en la planta 29 tiene un precio de 2.300.000 euros sin IVA. La fecha de entrega prevista es marzo del próximo año.

Así será el futuro rascacielos de Bofill en València

Así será el futuro rascacielos de Bofill en València IKON by Kronos Homes

La Muralla Roja de Calp, la estrella de Instagram

En 2022 se cumple medio siglo de la finalización de la icónica Muralla Roja de Calp, que ha ido ganando fama y reconocimiento desde entonces hasta convertirse en un espacio icónico de la Comunitat Valenciana que lleva La Marina a editoriales de revistas de moda, sesiones fotográficas de urbanismo y cuya estructura y coloración peculiares la han llevado a reinar en las cuentas de Instagram de medio mundo.

No obstante, el 'Año Bofill' en Calp se ha quedado huérfano. El ayuntamiento quería invitar incluso este año al arquitecto Ricardo Bofill y que regresara al municipio en el que puso a prueba la arquitectura utópica y social. Ha dedicado este año al urbanista, que ha fallecido a los 82 años de edad, dado que ahora se cumplen 50 años del final de la construcción de la icónica Muralla Roja. El ayuntamiento también quiere reivindicar el impulso de modernidad que dio el urbanista al municipio.

La Muralla Roja, una de las icónicas creaciones de Ricado Bofill en la Comunitat Valenciana, se ubica en Calp. Levante-EMV

El arquitecto deja un gran legado en Calp. Sus obras se estudian en las universidades y son un ejemplo del diálogo y la integración de la arquitectura y el paisaje (el Penyal d'Ifac).

En 1962, el Taller de Arquitectura de Ricardo Bofill comenzó a diseñar un plan maestro para un complejo turístico en Calp, frente al Penyal d'Ifac. Se les encargó el diseño y construcción por etapas de condominios, apartamentos, viviendas unifamiliares, un pequeño hotel, bar, restaurantes e instalaciones deportivas.

La Muralla Roja”, construida en 1973, recrea el laberinto de una qasbah en referencia a las arquitecturas populares del mundo árabe mediterráneo, en particular a las torres de adobe del norte de África.

Las formas del edificio evocan claramente una estética constructivista, creando un conjunto de patios interconectados que permiten acceder a los 50 apartamentos, que incluyen estudios de 60 metros cuadrados, y apartamentos de dos y tres dormitorios de 80 y 120 metros cuadrados respectivamente. En las terrazas hay solariums, una piscina y una sauna utilizadas únicamente por los residentes

Las superficies exteriores están pintadas en varios tonos de rojo para acentuar el contraste con el paisaje; los patios y las escaleras, sin embargo, están tratados con tonos azules, como el cielo azul, índigo, violeta, con el objetivo de producir un contraste más o menos pronunciado con el cielo o, por el contrario, un efecto óptico de fusión con el mismo.

El Xanadú, otra de las emblemáticas obras en Calp del arquitecto catalán Javier Di Iorio Fernandez

Xanandú, apartamentos con un anfiteatro de estilo clásico

El edificio “Xanadú”, de 1971, parte de la estructura de un castillo. Cada apartamento se compone de tres cubos correspondientes al espacio de salón-estar, dormitorios y zona de servicios. Estos tres cubos se agrupan en torno al eje vertical de la escalera, que les sirve de apoyo. Los cubos vertebran la circulación determinada sobre una trama ortogonal, que da paso a terrazas internas protegidas para evitar el intenso calor, los techos hiperbólicos están diseñados para ofrecer mejores vistas.

El conjunto se completa con “El Anfiteatro”, creado en 1983, formado por 27 apartamentos con piscina comunitaria y solarium. El proyecto adopta la forma de un anfiteatro sobre un pequeño promontorio. La piscina ocupa, como en la tradición del teatro griego, el lugar del escenario y se extiende hacia el acantilado enmarcando el paisaje. Los apartamentos están distribuidos en tres edificios alrededor de la plaza central que emula la arquitectura clásica.

Otra obra de Bofill es el Club Social, ahora en ruinas, que el ayuntamiento quiere restaurar y abrir como centro cultural. Está en el dominio público marítimo terrestre.

El Club Social, ahora una ruina y que el ayuntamiento quiere restaurar y convertir en centro cultural A. P. F.