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Un valenciano crea el primer museo itinerante en el metaverso

Organizará cursos junto a la UPV sobre blockchain, NFTs e innovación creativa

Las fotografías de José Manuel Guerrero. | MUDIT

En primera instancia, la palabra metaverso puede sugerir futurismo, ‘Matrix’ y hasta amenaza inminente. Sobre todo para los que jamás han oído hablar de este nuevo entorno, el que será el internet del futuro según algunos. Pero mientras la mayoría aún está intentando comprender qué es metaverso, las industrias culturales se han lanzado de lleno a este escenario inhóspito en el que aparentemente todo es posible.

La fachada del museo creado por el equipo de Xavier Ferrer. | MUDIT

Para quienes no lo sepan, el metaverso es a grandes rasgos un espacio virtual que da la posibilidad de interactuar con todos los elementos que aparecen en la pantalla gracias a dispositivos tecnológicos como las gafas virtuales o los mandos táctiles. Ofrece la posibilidad de una experiencia inmersiva completa. Por ejemplo, en el metaverso podríamos entrar en un supermercado virtual y palpar, examinar de cerca e incluso arrojar los productos que hay en las estanterías.

Hace unos meses, Zara presentó su nueva colección en el metaverso y Facebook (que ahora se llama precisamente Meta) ya ha organizado tres conciertos en este entorno, entre ellos, de David Guetta y de Chainsmokers.

El mercado del arte no ha tardado mucho en unirse. En el metaverso abundan galerías donde los internautas pueden comprar arte digital, como en Art.army. Aunque ninguna de ellas coordina un programa de divulgación artística, mediación e itinerancia como Mudit, el museo digital itinerante impulsado por el gestor cultural y comisario valenciano Xavier Ferrer. «Para nosotros, lo importante es lo que ves, no dónde lo ves», aclara el que fue director del Espai Metropolità d’Art Torrent. «Lo que hacen los museos es validar el conocimiento y educar a través de la mediación cultural. En este sentido, Mudit funciona como un museo, pero es un proyecto híbrido entre lo físico y lo virtual. Lo novedoso de este centro de arte es que es itinerante, ya que el usuario puede verlo en cualquier dispositivo y en el espacio físico», explica Ferrer, ya que pretende asentarse en el espacio físico periódicamente.

La primera exposición del Mudit la firma el fotógrafo José Manuel Guerrero. «Distrito federal» es una muestra con retratos de ciudadanos de México D. F. que pueden ser contemplados en el espacio del metaverso. «Esta exposición es un diario que retrata personajes a través de la metaliteratura, con textos de Octavio Paz o Carlos Fuentes, escritores que reflejan la realidad de una metrópoli como México D.F», explica Ferrer.

Actualmente, el museo ofrece una programación paralela con diversas actividades y muy pronto realizará residencias artísticas.

Planifica tu visita

Para entrar en este museo valenciano, el visitante debe teclear en la barra de su explorador: «mudit.org». En ese momento, la página web le pedirá que teclee su nombre. Será necesario para poder interactuar dentro del museo, ya que este centro da la posibildiad de hablar con otros visitantes a través de un chat. Con el cursor, el usuario puede adentrarse en las salas de Mudit. Aunque lo ideal sería visitar sus instalaciones con gafas de realidad virtual, la visita vale la pena para entender cómo será el futuro de internet.

Según el director, este proyecto es el «resultado de una reflexión a cerca de lo que deben ser los centros de arte». «Los museos tienen que convertirse en nodos, no en receptáculos. Hasta ahora, han funcionado como reservorios físicos del conocimiento, pero en una sociedad digital como la nuestra, donde la información fluye constantemente, el museo debe ser un acumulador de información. Su objetivo debería ser dinamizar la cultura, no fiscalizarla», argumenta Ferrer.

Sin embargo, lo digital está expandiendo sus raíces de manera desigual en la sociedad contemporánea a causa de la brecha digital, provocada fundamentalmente por la falta de equidad tecnológica entre grupos sociales y los no nativos digitales. «Nuestra intención es ser mediadores de las experiencias tecnológicas para reducir la brecha entre la población general y el ecosistema digital. La innovación que se va generando está alejada de la gran proporción de la sociedad», explica Ferrer.

Según el director del Mudit, ciertos sectores de la población todavía no han comprendido que «lo digital ya no es un subproducto de la cultura general, sino que nuestra cultura ya es digital». «Cualquier producto tiene que incorporar una herramienta digital quiera o no quiera. Paulatinamente, todos los contextos sociales y culturales se están transformando hacia lo digitial, y este es un proceso que empezó hace unos años». De hecho, este valenciano asegura que el arte digital existe desde hace 60 años. «El mercado del arte ha intentado en varias ocasiones introducirse en lo virtual, pero probar la autoría del producto digital era mucho más difícil que ahora. Antes teníamos que entregar la pieza de arte digital junto a un certificado de autenticidad. Ahora, tenemos el NFT, que a través del blockchain (un monedero de criptomonedas) nos permite certificar la autoría y gestionar la trazabilidad. Es decir, con el NFT podemos ver el camino que ha tenido la obra desde su creación hasta su comprador. Esta herramienta ha cambiado el mercado del arte por completo».

«Somos un museo líquido»

Una de las aspiraciones de Mudit es congregar a parte de los artistas digitales valencianos, aunque también pretende ir más allá. «Los valencianos vamos a tener un protagonismo importante. Actualmente, trabaja con nosotros Adrián Martínez, José Manuel Guerrero, Susana Nadal o Adolfo Ibáñez. Trabajan en patrimonio virtual, moda digital, etc. Nuestras posibilidades son infinitas, por eso me gusta decir que somos un museo líquido, propio del siglo XXI, porque nos adaptamos a la creación».

Ferrer pone en el centro a los «autores». «Los gestores culturales y museísticos tenemos que adaptarnos a lo que generan los creadores. Si están produciendo NFT, nosotros tendríamos que plantearnos cómo mostrar NFT. El museo, desde lo físico, tiene que deconstruirse para entrar en el ámbito virtual. Sobre todo por el ascenso del mercado de productos digitales», opina.

Este valenciano también se ha propuesto ayudar a la migración de artistas plásticos a lo digital. De hecho, es un mes organizará un programa de cursos en colaboración con la Universitat Politècnica de València (UPV), para divulgar sobre este nuevo ecosistema digital: «Derechos de autor», «Blackchain, NFT y metaverso» (octubre), «Competencias digitales para creadores» (noviembre) y «Transformación digital en las industrias creativas» (2023).

Museos como el Prado ya han dado pasos hacia lo virtual para captar nuevos públicos. La pinacoteca nacional decidió dar el salto al mundo digital creando su propia isla a través del famoso videojuego Animal Crossing: New Horizons, creado por Nintendo. Es cuestión de tiempo que los centros de arte atiendan la llamada de los creadores digitales.

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