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"El Real me propuso hacer Fenena y acepté porque es un placer cantar aquí"

La ‘mezzo’ valenciana Silvia Tro Santafé participa en el ‘Nabucco’ que se estrena hoy en Madrid

Anna Pirozzi (Abigaille) y Silvia Tro Santafé (Fenena), en el ensayo de «Nabucco» Javier del Real/Teatro Real

El Teatro Real de Madrid estrena hoy uno de los grandes títulos de la lírica: Nabucco, de Giussepe Verdi. En su elenco, la mezzosoprano valenciana Silvia Tro Santafé será Fenena, hija menor del rey de Babilonia, en seis de las quince representaciones previstas hasta el 22 de julio. Nabucco de Verdi, una de las óperas más populares, llevaba 151 años sin sonar en el Teatro Real.

Tro Santafé explica a Levante-EMV que Fenena, no es «un personaje central en la historia, ni es el que más canta tampoco, pero es fundamental porque es el que hace que Abigaille tome la decisión de intentar reinar y matarle, y luego darse cuenta que, al no conseguir lo que desea, se suicida. Es un personaje totalmente contrapuesto a Abigaille, mientras esta es conspiradora y usurpadora del trono, Fenena es pura virtud. Es la luz. Ella salva a los hebreos, los libera de la esclavitud y del sometimiento del reino de Babilonia y eso no lo haría una persona pasiva que se somete. Tiene muy claro el sentido de la justicia y piensa que este pueblo tiene derecho a otro Dios que no sea Baal (di Belo). Ella es la heredera legítima del trono, aunque no lo sabe. Abigaille tiene celos y al descubrir que es ilegítima, decide actuar pronto o se queda sin nada. Cuando Fenena se entera de que Abigaille está a punto de consumar el golpe de Estado, reacciona y decide encabezar la Resistencia. Es como una santa patrona de los esclavos judíos porque ella los libera prácticamente. Aquí, el coro tiene su propia voz, que es algo fundamental en esta ópera y es algo que no se había visto antes».

‘Anna Bolena’ en Les Arts

Participar en Nabucco es importante para ella, aunque el papel, reconoce, «no tiene la entidad vocal de los papeles» a los que ella está acostumbrada pero, dice, que lo aceptó porque se lo pidió el Teatro Real y cantar aquí «siempre es un placer». El reto de cantar en Les Arts, en la ópera Anna Bolena de Donizetti en octubre, avanza Tro Santafé será «más complicado», ya que «el papel tiene mucho más empaque y vocalmente es más complicado».

Desde luego cantar a Verdi siempre es una buena noticia para un artista: «Con Verdi me llevo fenomenal», bromea. «Es mi segunda ópera de Verdi -previamente participó como la princesa de Éboli en Don Carlos en el Teatro Real en 2019- y siempre es bonito».

El montaje, una coproducción del Teatro Real y la Ópera de Zúrich, supone el debut en Madrid del director de escena Andreas Homoki, quien traslada el conflicto entre judíos y babilonios, en el siglo VI a.C., al enfrentamiento entre italianos y austríacos, en el siglo XIX, donde al sistema politeísta de los babilonios se contrapone un sistema nuevo encarnado en la visión monoteísta del mundo de los hebreos. Las dos hermanas hijas de Nabucco encarnan el trasfondo de dos mundos que se contraponen.

A pocas horas del estreno, en la conversación telefónica, la valenciana reconoce estar «tranquila pero con expectación». «Cuando solo quedan horas para el estreno lo que intento es estar lo más relajada posible y hacer cosas que no me alteren. Trato de comer las cosas que me gustan y las que sé que me sientan bien y sobre todo, dormir que es muy importante en mi profesión», confiesa algo preocupada por el calor que, estos días, se respira en Madrid.

Nacida en València, Tro Santafé estudió en el conservatorio Joaquín Rodrigo con Ana Luisa Chova. Tras su debut en el Festival Rossini de Pesaro como Lucilla de La scala di seta, obtuvo una beca para estudiar en la Julliard School de Nueva York. Ha cantado Elisabetta I de Maria Stuarda en la Deutsche Oper de Berlín, Adalgisa de Norma en el Palacio Euskalduna de Bilbao, Marguerite de La damnation de Faust en el Palau de les Arts, Charlotte de Werther en el Teatro Pérez Galdós de Las Palmas de Gran Canaria, Laura de La Gioconda en La Monnaie de Bruselas, Sara de Roberto Devereux en la Bayerische Staatsoper de Múnich y el rol titular de Zelmira en el Lisner Auditorium de Washington, entre otros.

Recientemente ha cantado la princesa Bouillon de Adriana Lecouvreur en Las Palmas de Gran Canaria y Orsini de Lucrezia Borgia en el Teatro Campoamor de Oviedo. En el Teatro Real ha participado en La zorrita astuta (1998), L’italiana in Algeri (2009), Roberto Devereux (2015), Lucio Silla (2017) y Don Carlo (2019).

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