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El Consell acuerda la compra de la colección Lladró para el Bellas Artes

La adquisición por 3,7 millones de euros incluye 71 piezas, entre ellas siete ‘sorollas’, dos ‘zurbarán’, una escultura de Benlliure y obra medieval valenciana

La obra ‘Yo soy el pan de la vida’, de Joaquín Sorolla. | Levante-EMV

La Generalitat ha acordado la compra de la colección pictórica de la familia Lladró por 3,7 millones de euros al cerrar la operación con los herederos. La adquisición incluye 71 piezas, entre ellas siete pinturas de Sorolla, dos de Zurbarán, sendas esculturas de Mariano Benlliure y Pinazo, y obra medieval valenciana. Las obras irán al Museo de Bellas Artes de València, que con la entrega se consolida como segunda pinacoteca española tras el Museo del Prado.

Obras de la colección durante su exhibición en la Fundación Bancaixa. levante-emv

La colección Sorolla es una de las más importantes de España en manos privadas. Las obras estaban en la Ciudad de la Porcelana de Tavernes Blanques, pero la familia Lladró trasladó su colección pictórica en primavera de 2015 a un almacén de Madrid, desde donde solo ha salido para alguna exposición. La más completa fue una en noviembre de 2015 en la que se mostraron los cuadrados que va a adquirir el Consell bajo el nombre ‘Colección Lladró. Seis siglos de pintura’ en la Fundación Bancaixa.

Pablo González Tornel, director del Museo de Bellas Artes, sondeó en septiembre la posibilidad de que la pinacoteca consiguiera la colección y, tras encontrar predisposición entre los herederos, informó a Presidencia de la Generalitat, que se «mostró entusiasmada» por el impulso que supone para el museo. «Mi intención siempre ha sido mejorar los puntos fuertes del museo y subsanar los débiles. El Museo de Bellas Artes debe ser un referente del arte valenciano y con la incorporación de Juan de Juanes o siete ‘sorollas’ lo conseguimos. Nosotros tenemos una muy buena colección del barroco con piezas de Murillo y Velázquez, pero carecemos de obras de Zurbarán. La colección nos permite ser una pinacoteca redonda», destaca González Tornel.

La colección la inició en los años ochenta Juan Lladró (cofundador de la empresa familiar) y contó con el asesoramiento de Alfonso Emilio Pérez Sánchez (director del Prado durante 9 años). Lladró siempre tuvo intención de que su colección fuera disfrutada por los valencianos. Esa vocación ha calado en los herederos que desde el primer momento han mostrado su predisposición a que las obras acabaran en el Museo de Bellas Artes. Un ejemplo de ese compromiso es que en 2014 se valoró la colección en 6,8 millones de euros y se ha comprometido a venderla ahora a la Generalitat por 3,7 millones.

En los últimos meses se ha estado negociando el precio y se ha verificado el estado de conservación de las obras. «La familia se ha portado fenomenal. Ha tenido mucho peso que la colección nació con vocación de servicio al pueblo valenciano. La familia es consciente del esfuerzo que hizo Juan Lladró y quiere evitar que las obras sigan en cajas en un almacén. Al margen del valor de las obras, la colección es importante porque representante el legado de una familia industrial valenciana. Hubiera sido una pena que la colección se hubiera desgajado», subraya el director del Museo de Bellas Artes.

Fuentes cercanas al Consell insisten en que las obras consolidarán al Museo de Bellas Artes como un referente en España. La Junta de Valoración de Bienes, un órgano consultivo que asesora a la Generalitat, se reúne mañana para respaldar la operación de compra y la Generalitat tiene previsto aprobarla en el próximo pleno del Consell. La operación ya se barajó en 2018 con contactos iniciales con la familia Lladró, pero no cristalizó. Ahora la familia ya ha presentado una oferta formal de venta, por lo que solo queda ejecutar la compra.

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