Un mix de canciones Disney, clásicos de los 70 hasta los 2000 o un repaso a la trayectoria de artistas como Queen o Lady Gaga son algunos de los temas adaptados que incluye el «muy variado y diverso» repertorio del grupo a capela valenciano Melomans, que estrena en València su cómico concierto teatral Se canta pero no se toca, desde hoy hasta el 11 de septiembre en el teatro Talia.

«El nombre del espectáculo es el mismo que el del disco que sacamos hace ocho años, porque al ser un grupo a capela cantamos, pero no tocamos, y nos divertía el juego de palabras» revela Javi Reig, miembro del grupo compuesto por Edu Escartí, Gonzalo Manglano, Pau Ferrer y él, «Hace 8 años no pudimos hacer la gira, y ha pasado tanto tiempo, que la llevamos a cabo ahora pero con canciones completamente distintas al disco. Es algo que explicamos al principio del espectáculo y nos hace bastante gracia».

El grupo que representó espectáculos como Desconcierto o 004: licencia para cantar nació hace 10 años «en los pasillos del conservatorio. Empezábamos a estudiar armonía, que es el arte de mezclar sonidos, y nos apetecía probar cosas. En los ratos muertos de descanso, los únicos sonidos de los que disponíamos eran nuestras voces, y entre risas y chorradas, se fue formalizando Melomans».

"Tiene una línea narrativa muy ingeniosa y divertida, siempre basada en hechos reales"

El espectáculo, que «fue un éxito» durante 4 meses en el Nuevo Teatro Alcalá de Madrid, «tiene una línea narrativa muy ingeniosa y divertida, siempre basada en hechos reales» que han escrito junto a Santiago Sánchez, Rafa Alarcón, Jesús Manzano -autor de sus Microcanciones- y el también director de escena Víctor Lucas.

La propuesta sigue el estilo del «máximo referente mundial» Les Luthiers, a quienes agradecen «de forma directa el permiso para homenajear sus números y la relación que tienen con ellos».

Javi Reig invita a todo el mundo al espectáculo, pues «llevamos mucho tiempo recibiendo las alegrías con cuentagotas, y esto es un vaso entero de buen rollo», reconociendo que lo más bonito que ha escuchado es «cuando me dicen que han olvidado todos sus problemas durante hora y media» y subraya, entre risas, que «en el Talía se está muy fresquito, que hay aire acondicionado».