Un cómic y un parque temático para explicar las «Normes de Castelló»

La AVL publica «Llengua Màgica» por el 90 aniversario del acuerdo que unificó la gramática y ortografía del valenciano en todos los territorios

Portada del cómic editado por la AVL.

Portada del cómic editado por la AVL.

Castelló convertida en un parque temático y tres amigos que se dejan guiar por Cètrix —la letra ç— entre atracciones, normas ortográficas, monumentos y hechos históricos. Este es el punto de partida de «Llengua Màgica», un cómic que edita la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) en conmemoración de los 90 años de las conocidas como «Normes de Castelló», firmadas en la ciudad.

La publicación, a todo color y de 16 páginas, ha sido guionizada por Manel Pitarch y dibujada por Joan Montañés «Xipell», y se suma a las iniciativas que llevan celebrándose durante todo el 2022, por diferentes entidades e instituciones. El ilustrador ya había colaborado con la AVL en una publicación anterior —sobre la ‘panderola’, el antiguo tren a vapor—, y ahora explica que el objetivo con el nuevo cómic es «transmitir a los estudiantes y los jóvenes de qué hablamos cuando hablamos de las ‘Normes’ de hace 90 años».

Portada del cómic.

Portada del cómic.

Para esto, junto a Pitarch, ha creado «una especie de parque temático», en el que además de normas gramaticales y ortografía, también tienen un protagonismo destacado algunos emblemas urbanísticos de la capital de la Plana, como el Tombatossals o una de las esculturas de Ripollés.

«Hemos inventado un parque temático y una scape room en el cómic, para que el lector acabe teniendo unas nociones básicas de la cuestión lingüística, pero de una forma lúdica», apunta Xipell. Por esto, Castelló se convierte en esas páginas «en un parque temático dedicado a la lengua», con «barcas, túneles, cascadas de agua y otras atracciones», dice.

Entidades y mundo cultural

Además de la fita de la unificación lingüística y cuestiones gramaticales, Xipell explica que también han reflejado en la publicación «todos los ámbitos en los que se puede desarrollar la lengua», desde la literatura y los teatros hasta las actuales redes sociales.

Asimismo, aparecen cuestiones culturales, como la música y los pasacalles; las muixerangues o els dimonis i bèsties de foc, elementos presentes en las fiestas populares. También se rinde homenaje «a la gente que impulsó el pacto por la lengua en Castelló, a las entidades de València y otros municipios que se adhirieron y a las personalidades de ese momento histórico de 1932», afirma el dibujante. «Pero no nos quedamos solo ahí, sino que también nos centramos en la vida actual y la futura, donde el valenciano se podrá vivir en plenitud», resume Xipell.

Las conocidas como «Normes de Castelló», firmadas en la capital de la Plana en 1932, supusieron la aceptación, por todos los territorios catalanoparlantes, de los cambios ortográficos que encabezó Pompeu Fabra y, por tanto, que todos empezaran a usar el mismo modelo lingüístico.