Carlos Saura, el cineasta de la modernidad, muere horas antes de recibir el Goya de Honor

El director sufrió en septiembre una caída doméstica y, a sus 91 años, su estado de salud se deterioró

Carlos Saura recibió hace unos días en su casa el Goya de Honor

Carlos Saura recibió hace unos días en su casa el Goya de Honor / Academia del cine

A. Barbeta / B. Martínez

Hoy, Carlos Saura iba a recibir en Sevilla el Goya de Honor. Ayer, un mes después de cumplir 91 años, murió en su casa de la sierra de Madrid por una insuficiencia respiratoria. Parece que lo presentía. El pasado viernes se estrenó su última película Las paredes hablan y, al día siguiente, sábado, le comunicó a la Academia que sería su familia quién recogería la estatuilla porque ya no se sentía con fuerzas. Desde que en septiembre sufrió una caída en su casa, no estaba bien. Fernando Méndez-Leite, presidente de la institución, se desplazó a su domicilio y le entregó la estatuilla honorífica hace solo tres días. En la gala de esta noche, donde acudirán dos de sus hijos, se conmemorará la memoria de un creador irrepetible. 

Y es que, se fue Buñuel, se fue Berlanga, se fue Bardem. Y solo quedaba Carlos Saura, el más grande de los últimos cineastas que contribuyó a forjar la esencia del cine español durante la dictadura y la transición hasta llegar al presente. Saura nunca dejó de filmar y de crear, de ir de un lado a otro con su cámara de fotos con la que retrataba el mundo que le rodeaba como si fuera un apéndice de sí mismo. Carlos Saura, el intrépido; Carlos Saura, el melómano; Carlos Saura, el curioso. Todo le sorprendía y a todo sacaba jugo. Carlos Saura, el director de cine, ya forma parte de la historia. 

Carlos Saura ha muerto a los 91 años, horas antes de recibir el Goya de Honor

Carlos Saura ha muerto a los 91 años, horas antes de recibir el Goya de Honor / ACADEMIA DE CINE

Nació en Huesca en 1932 y comenzó los estudios de ingeniería industrial, pero los cambió para ingresar en el Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas de Madrid. En 1952, realizó su primer cortometraje, La tarde del domingo, al que le siguió el documental Cuenca y en 1960 estrenó Los golfos, obra que entroncaba directamente con el neorrealismo italiano trasladado a la realidad española. Pero fue La caza la película que lo catapultó al éxito solo cinco años más tarde. ¿Cómo representar mejor la guerra civil española sin hablar de ella solo a través de un punto de vista alegórico?

A partir de ese momento, esa fue su seña de identidad. Pero Carlos Saura no fue autor de una sola obra. Aquello fue solo el principio para desarrollar una trayectoria variada y radical, valiente y repleta de símbolos que no hacían más que interpelar a la realidad del momento.

Fernando Méndez-Leite, presidente de la Academia, le entregó la estatuilla honorífica hace solo tres días

Su relación con el productor Elías Querejeta fue fundamental en carrera. El tándem era imbatible. Peppermint Frappé y Stres-es tres-tres, configuraron la modernidad del cine español. En 1981 Con Deprisa, deprisa, en 1981, cambió de estilo y se acercó al cine quinqui desde una perspectiva tan realista como poética. Durante muchos años fue el único director español que accedió al Festival de Cannes donde ganó con La prima Angélica y Cría cuervos.

Su carrera ya era imparable.

«La caza» lo catapultó al éxito, pero su trayectoria fue variada y radical, valiente y repleta de símbolos

Saura ha tenido una vida plena, tuvo 4 relaciones formales, dos de las cuales terminaron en matrimonio y era padre de siete hijos. Yerno de Charles Chaplin, amigo y colaborador de Buñuel, trabajó no solo con grandes nombres del cine sino de la ópera -como Barenboim y Mehta-, el flamenco -Paco de Lucía y Camarón- y la fotografía -Storaro-, Carlos Saura deja una filmografía de más de cincuenta películas entre largometrajes y documentales.