Dansa València reinventa el folclore

La 36ª edición de Dansa València llega a su fin. Sin embargo, el festival todavía guarda uno de sus platos fuertes para estos últimos días: la reinvención del folclore a través de distintas compañías.

La Real Academia Española define el folclore como un conjunto de costumbres, creencias, artesanías, canciones y otras cosas semejantes de carácter tradicional y popular. Sin embargo, los artistas tienen percepciones muy distintas en torno a este concepto. "Es difícil de describir, ya que cada uno tiene su forma de interpretar el folclore. Creo que se puede mostrar como una disciplina rica e inundada de tradiciones", señala la bailaora Rosa Sanz, quien presentó por primera vez su espectáculo "Camino del olivarito" en el festival.

La pieza, bajo la dirección de Julia Valencia y la puesta en escena de Jesús Pérez, es un viaje personal e íntimo, una metáfora del olivo como lugar de culto al que se peregrina para recoger el fruto de lo milenario. Así, la bailaora quiere ser raíz, retorcerse en tronco y florecer en fruto para romperse en sustancia, en bálsamo profundo y nutritivo y volver a la tierra. "El olivo es un árbol muy valorado por lo que aporta, hecho muy semejante en la producción escénica", señala Rosa Sanz, quien reconoce que "ha disfrutado mucho durante el proceso de creación".

"El folclore gusta y fascina"

Sanz recalca que el folclore es "una seña de identidad de cada lugar", por lo que "gusta y fascina al público". No obstante, lamenta que "es una disciplina que no llega de manera usual".

Dansa València fusiona el patrimonio con el baile

Otra de las obras de esta edición es "Para cuatro jinetes", de Mucha Muchacha. La compañía española de danza está formada por Belén Martí Lluch, Ana Botía, Marina de Remedios y Marta Mármol. Durante la obra, las bailarinas se interrogan sobre cómo será el folclore. "Investiga sobre el cuerpo y el folclore en el pasado, el presente y el futuro. A través de la obra, se reinterpreta y se vuelve a esos tiempos", señala Belén Martí, quien añade que "se explora sobre cuál es la danza que nos vuelve a reunir y representar".

La compañía estrena la obra en València, a través de la cual mantienen "la esencia e identidad características", aunque Martí reconoce que "es arriesgada a nivel creativo". En sus palabras, "es una manera de vivir y preguntarse sobre el folclore conectado con el mundo actual". Para ella, esta disciplina "es un mundo amplio y misterioso, lleno de ritos y movimientos, que se plantea como un espacio de encuentro, que crea comunidad".

"Mariana", de Luz Arcas, junto a la compañía La Phármaco, es otra de las propuestas recogidas en esta edición. La artista trabaja a partir de una figura fundamental en el folclore andaluz, es decir, la mula. "Es importante en el ámbito del trabajo en el campo, como animal de carga o en el espectáculo a través de los caballos de Jerez. Es fundamental en el folclore andaluz", señala Luz Arcas. Por ello, el espectáculo se pliega en torno a esta figura con mucha carga en la cultura popular. "Es el flamenco más tradicional, un cante más primitivo con un cuerpo experimental", indica.

Para la coreógrafa y bailarina hay muchas formas de acercarse al folclore. "Mi obra es un diálogo con el folclore y todos sus elementos. Dejo que mi danza se contamine de otras gestualidades", reivindica.

"Sudar Folklore", de la compañía Laimperfecta, será una de las últimas actuaciones de esta edición. La obra pone en relación, este sábado, una parte del folclore con el acto de bailar música electrónica para entender cuáles son los códigos que comparten y averiguar, así, qué hace que los cuerpos trasciendan y se eleven a través de las danzas. "La pieza es algo personal y emocional. El folclore está ligado a una identidad. Yo me emocionaba al ver bailar a otras agrupaciones y me pregunté sobre cuál es mi folclore", señala Alberto Alonso, de la compañía. Por eso, Alonso anima al público a presenciar la obra, ya que, en sus palabras, "el público empatiza y se siente representado".

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