«Ser el mejor museo de Europa ayudará a que muchos descubran que existe L’Etno»

Seguí, director de L'Etno

Seguí, director de L'Etno / Raquel Abulaila

Amparo Barbeta

Amparo Barbeta

L’Etno no es el museo más popular o atractivo de València pero es el mejor. Ya nadie lo puede poner en duda. Tal y como ayer informaba Levante-EMV, el premio EMYA lo distingue como el mejor museo europeo de 2023. Un premio que llega avalado por el proyecto expositivo «No es fácil ser valenciana / No es fácil ser valenciano», toda una apuesta innovadora con museografías arriesgadas que describe un diálogo entre aquello que es global y local vinculado a la cultura tradicional y popular valenciana. 

«Es el día de reivindicarnos. Somos un museo relativamente pequeño y poco glamuroso y que nos den este premio es toda una celebración», apuntaba ayer el director Joan Seguí que, considera, la distinción otorgada por el Foro Europeo de Museos, servirá, sobre todo, para que mucha gente «descubra» que en València existe un museo público de Etnología. 

Imagen de la exposición «No es fácil ser valenciana / No es fácil ser valenciano»

Imagen de la exposición «No es fácil ser valenciana / No es fácil ser valenciano» / Levante-EMV

 «El premio es todo un estímulo para trabajar desde lo local a lo global, y creemos en ello», incidía Seguí algo sobrepasado por el interés que, la distinción, despertó ayer entre la prensa local. «Además de ganar L’Etno como equipo, también ha ganado la cultura tradicional valenciana porque somos un museo que se dedica a esto. En València hay museos mucho más glamurosos, desde el punto de vista de las cosas que exponen y el edificio estupendo que tienen o su gran presupuesto, pero nosotros somos un museo más discreto, con un tipo de materia que es la cultura de todos y lo único que hemos hecho es coger eso y presentarlo de una manera moderna y dándole un sentido más contemporáneo. Eso es lo que yo creo ha llevado a los jueces internacionales a decidir que somos el mejor museo europeo de 2023», explica. «No somos el Guggenheim pero meter la cabeza ahí es un gran éxito. Ahora la gente, creemos, conocerá más L’Etno. Nosotros hemos intentado muchas veces levantar la cabeza y decir, aquí estamos, pero...», criticaba el director del museo.

La distinción, que desde que se entrega en 1977 sólo han conseguido cinco museos españoles, llega impulsada por el proyecto «No es fácil ser valenciana / No es fácil ser valenciano», en el que, desde 2020, se exhiben colecciones vinculadas a la cultura tradicional y popular valenciana con un recorrido por tres ámbitos: la ciudad, donde se plantean cuestiones relacionadas con la tensión entre lo que es global y local; las Huertas y la Marjal, donde se tratan algunos de los imaginarios que se suelen proyectar en la cultura valenciana; y el Secano y la Montaña, donde son las invisibilidades, aquello que no se ve o se conoce poco de las zonas del interior del territorio valenciano, las que hacen de hilo conductor.

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