Los ciberacosadores sexuales también utilizan corazones

Un estudio de la Universitat Politècnica de València muestra el uso de estos emoticonos para atraer a las víctimas menores tras estudiar 70 conversaciones reales de Whatsapp y redes sociales

Andrea García Montes durante la exposicióndel estudio. |   LEVANTE-EMV

Andrea García Montes durante la exposicióndel estudio. | LEVANTE-EMV / saray fajardo. valència

Saray Fajardo

Saray Fajardo

Los emoticonos se han convertido en un elemento imprescindible con el que adornar los textos en Whatsapp o los mensajes difundidos a través de las redes sociales. Con ellos, el emisor pretende ganarse la confianza del receptor o establecer un vínculo de amistad con el fin de que el texto no parezca tan frívolo. Así, los corazones o las caras sonrientes inundan las conversaciones diariamente.

Sin embargo, estos «emojis» también son utilizados entre los ciberacosadores para llevar a cabo relaciones delictivas o engañosas con menores. Así lo demuestra un estudio llevado a cabo por Andrea García Montes, doctoranda en Lingüística Aplicada en la Universitat Politècnica de València. En él, la joven analiza, a través de 70 conversaciones cedidas por la Secretaría de Estado de Seguridad, algunos de los patrones utilizados por los ciberacosadores para engañar a sus víctimas. Este trabajo, dirigido por la profesora de la UPV Carmen Pérez Sabater, muestra que ellos también utilizan estos «emojis» tan comunes. «Pensaba que al analizar estas conversaciones me encontraría con emoticonos como las berenjenas o los melocotones, pero mi sorpresa fue que ellos también utilizaban estos íconos románticos», explica la experta a Levante-EMV. En sus palabras, estudiar estos algoritmos permite detectar patrones entre los ciberacosadores.

Los ciberacosadores sexuales también utilizan corazones

Los ciberacosadores sexuales también utilizan corazones / Emoji

La investigación demuestra que entre los «emojis» más usados se encuentra el corazón. Concretamente, su uso se eleva al 25 %, seguido de la carita amarilla con dos corazones como ojos, usada en un 10 % de los casos. También aparecen entre estos 20 pictogramas algunos con un sentido más sugerente como son el de una cara sonriendo con superioridad (4 %) o el de una pequeña llama de fuego (3 %). En este último caso, en palabras de Andrea García, «se utiliza sobre todo a la hora de responder imágenes en Instagram».

Reforzar la conversación

El estudio pretende alertar a la población, sobre todo a la gente más joven, sobre la presencia de ciberacosadores y la estrategia que estos utilizan a la hora de captar a sus víctimas. Por eso, el análisis se centra en la utilización que hacen de los «emojis» los acosadores sexuales a menores a través de Internet. El estudio constata que estos utilizan más que las víctimas estos elementos gráficos.

«El uso de estos iconos pretende que la otra persona tenga una concepción amigable. Al final, los ‘emojis’ evalúan y refuerzan lo que estamos diciendo», indica.

A través de su uso, los ciberacosadores «pretenden rebajar la petición de lo que están solicitando porque son elementos gráficos que utilizamos habitualmente, por lo que recibirlos también es algo común». La experta añade que «es una manera de camelar y entrar en la conversación».

Estrategias

Los expertos analizan las distintas estrategias discursivas que utilizan los ciberacosadores para atraer a los menores y, así, «introducir temas sexuales de forma implícita o pícara para evitar un rechazo en sus víctimas y confundirlas». Por eso, «son el mejor elemento para establecer una relación con sus víctimas desde cero sin alertar de lo que puede llegar a pasar».

El estudio demuestra que el uso de la carita sonriente o el corazón son la mejor elección para este fin. «Los ciberacosadores sexuales de menores son conscientes de esta percepción», explica Andrea García.

El estudio también concluye que, del uso de estos emojis se desprende la idea de que, en un contexto de ciberacoso sexual a menores, los adultos los emplean para introducir ciertos temas. Concretamente, en sus palabras, «el uso de ‘emojis’ contribuye a la red de mentiras que los agresores tejen para conseguir sus fines delictivos, ya sean fotos o vídeos comprometidos del menor o quedar físicamente para mantener relaciones sexuales».

El contexto de uso

El trabajo llevado a cabo por la doctoranda en Lingüística Aplicada de la UPV también analiza el contexto de aparición de estos emoticonos. Los resultados muestran que los pictogramas usados por los adultos aparecen en la mayoría de los casos junto a apelativos cariñosos como «bebé» o «cielo» con la finalidad de intensificar «ese sentimiento engañoso que se está desarrollando entre ambos», añade la profesora Pérez Sabater.

Este estudio, que se enmarca dentro del proyecto «Stoponsexgroom», financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, fue presentado el pasado mes de julio en el congreso 18th International Pragmatics Conference celebrado en Bruselas (Bélgica).

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