Una biblioteca sin libros, ni orden ni silencio

El proyecto BED del Centre del Carme subvierte el concepto de sala de lectura para que el público sea quien gestione el espacio y el conocimiento 

La Biblioteca Expandida y Deslocalizada se ubicará en el claustro renacentista y acoge charlas y talleres 

Aspecto del claustro renacentista del Centre del Carme

Aspecto del claustro renacentista del Centre del Carme / Juan R. Peiró

Los papiros que atiborraron de conocimiento la Bilbioteca de Alejandría, los escritos ya más modernos encuadernados como libro y la versión digital de estos vienen a ser tres modalidades de reliquia en la llamada Biblioteca Expandida Deslocalizada (BED) del Centre del Carme. El proyecto echó a rodar hace un año y ahora será impulsado definitivamente con su traslado al claustro renacentista del museo, una vez finalizadas las obras que obligaron al destierro a la primera planta. Se trata de repensar el concepto de biblioteca como centro en el que se irradia conocimiento previamente enlatado en formato libro y reformular ese clásico contenedor cultural. De entrada, esta biblioteca experimental del Consorci de Museus y el Centre del Carme es un espacio sin libros, sin orden y en el que el silencio no es obligatorio. Un sacrilegio tratándose, además, de un lugar en el que el voto de silencio era precepto obligado para la orden de los carmelitas que allí moraron. 

Espacio habilitado para la BED

Espacio habilitado para la BED / Juan R. Peiró

La Bilbioteca Expandida y Deslocalizada pone patas arriba el orden establecido tanto en el acceso a las fuentes de saber como en la propia experiencia de usuario de biblioteca. En vez de ir, abrir un libro y leer, las personas o entidades enriquecerán la biblioteca gracias al calendario de actos que incluye charlas, talleres y demás actividades culturales. Los usuarios podrán definir los espacios cambiando los muebles de ubicación según necesidades en este prototipo de bliblioteca sui generis.  

Laboratorio ciudadano de pruebas

Los ideólogos y coordinadores del proyecto son Néstor Mir y Javier Molinero, según ha explicado el director del Consorci de Museus y del Centre del Carme, José Luis Pérez Pont, quien ha recalcado que la idea se fue moldeando en el "laboratorio ciudadano" en el que se definieron las demandas de los agentes culturales. En este sentido, Pérez Pont ha destacado que el propio sector de los bibliotecarios vienen trabajando en la necesidad de romper con el clásico concepto de bibliotecas para adaptarlas al siglo XXI. "El acceso al conocimiento ahora es más líquido, más fluido y comprende otras vías. La biblioteca como espacio tradicional necesita una evolución para adaptarse a otras demandas; ser un lugar para encontrarse, leer, trabajar en grupo, realizar actividades y generar comunidad a través del conocimiento", ha explicado el responsable del museo.

Claustro renacentista del Centre del Carme

Claustro renacentista del Centre del Carme / Juan R. Peiró

En esta especie de "banco de pruebas" para redefinir la biblioteca tiene un papel clave la gestión del espacio. Los muebles son las únicas paredes. El proyecto cuenta con la colaboración de Andreu World y Actiu, que cedieron muebles, aunque la biblioteca permanente contará con la instalación de mobiliario diseñado por alumnos de la Escuela Superior de Arquitectura de la Universitat Politècnica de València (UPV). La fabricación correrá a cargo de la empresa Formica. 

Entrar en la vida cotidiana de los valencianos

Con esta BED, nacida con vocación de permanencia, el Centre del Carme pretende ahondar en su idea de "abrirse a ser un lugar en la vida cotidiana de los ciudadanos" y aprovechar al máximo "los espacios del patrimonio público" con actos, que se desarrollan entre las 18 y las 19,30 horas y de acceso gratuito, si bien en el algunos casos se requiere inscripción por razones de operatividad.

En el marco de la Biblioteca Expandida y Deslocalizada, el Centre del Carme programa cuatro tipos de actividades: "La BED CCCC Convida", para fomentar la comunidad en torno al lenguaje y la palabra; "Pictronats", para reflexionar a partir de la ilustración; "Objectes insurrectes", sobre el diseño de objetos y "So i visió", que busca unir a las personas a partir de las sensaciones que provocan las imágenes y el sonido.