Un Ribera inédito, a subasta en Viena tras pasar por Madrid

El «San Francisco», que sale a la venta con un precio estimado de 800.000 euros, perteneció a los marqueses de Casa-Torres y a una hermana de Fabiola de Bélgica.

"San Francisco penitente" de José de Ribera.

"San Francisco penitente" de José de Ribera. / Dorotheum

Voro Contreras

Voro Contreras

Cuatro siglos después, el maestro valenciano del Barroco José de Ribera sigue deparando sorpresas. El próximo 26 de abril la casa de subastas vienesa Dorotheum pondrá a la venta un San Francisco pintado por el artista de Xàtiva en sus últimos años y que, hasta ahora, permanecía «inédito». Es decir, nunca había sido incluido en el catálogo del Españoleto. Es más, según informa la subastadora, no ha sido hasta la reciente limpieza del lienzo cuando ha salido a la luz la firma de Ribera y la fecha de 1648 en el que lo pintó. 

La familia de Fabiola de Bélgica

Este San Francisco penitente cuyo valor de venta estima Dorotheum entre 600.000 y 800.000 euros no estaba publicado en el catálogo del artista, pero sí figuraba en los inventarios de la pinacoteca de los marqueses de Casa-Torres, cuyos descendientes han tenido el lienzo en propiedad durante décadas. Una colección formada por Cesáreo Aragón y Barrotea (1864-1954) y que comprendía más de 600 obras de artistas como Velázquez, el Greco o Goya. 

Casa-Torres estaba muy ligado al Museo del Prado en calidad de miembro de su Patronato, y fue particularmente activo en la gestión del patrimonio artístico en España durante el primer tercio del siglo XX. A su muerte, la mayor parte de su colección fue heredada, junto con el palacete en Madrid, por su hijo Fernando Aragón y Carrillo de Albornoz, y a la muerte de éste en 1984 pasó en herencia, al igual que su palacete, a su sobrina la reina Fabiola de Bélgica, que a su vez legó la mayoría de sus bienes a una organización filantrópica.

Pero en el caso de este Ribera, y según figura en la casa de subastas, el San Francisco se lo quedó la hija mayor de Cesáreo, Blanca, y de esta pasó a su primogénita María de las Nieves, hermana de Fabiola de Bélgica. 

El espíritu de la Contrarreforma

La imagen penitente San Francisco, vestido con un hábito tosco y desgastado, estaba muy extendida en la época de la Contrarreforma, reflejando iconográficamente el espíritu de la época. 

San Francisco de Ribera

San Francisco de Ribera / Dorotheum

El cuadro que sale ahora a la venta en la capital austriaca tiene mucho que ver con otro San Francisco que Ribera pintó en 1643 y que se conserva en el Palacio Pitti de Florencia, pero con algunas variaciones significativas. 

En el San Francisco florentino, el santo sostiene en su mano una calavera, objeto de meditación sobre la mortalidad del hombre, mientras que en la que sale ahora a la luz, el santo aparece con la mano derecha en el pecho en expresión de penitencia y sostiene un pequeño crucifijo en su mano izquierda.

El cuadro, tal como indica Dorotheum en las notas que acompañan al catálogo de la subasta, se sitúa, por tanto, en el apogeo de la carrera del pintor fallecido en Nápoles en 1652, poco después de que el artista entregara a la Cappella del Tesoro di San Gennaro, el gran retablo que había iniciado en 1641 y terminado en 1647. 

Claridad y oscuridad

Ribera también pintó en ese tiempo La Sagrada Familia con Santas Ana y Catalina de Alejandría, que se conserva en el Metropolitan de Nueva York, y el Retrato ecuestre de Don Juan de Austria con el golfo de Nápoles de fondo, que se encuentra en el Palacio Real de Madrid. 

Estas pinturas están ejecutadas con colores claros y luminosos y reflejan la influencia de la obra de Giovanni Lanfranco en el Nápoles de aquella época, donde Ribera fue el pintor más conocido y su taller el que más actividad realizada. 

Sin embargo, durante estos mismos años, el pintor que había cambiado València por Roma en 1606 para instalarse definitivamente en Nápoles en 1616 siguiendo a Francisco Ruiz de Castro, también creó imágenes más oscuras y dramáticas, como la Cabeza del Bautista que se exhiben el Museo Filangieri de Nápoles, el San Simeón con el Niño Jesús de fechado en 1647 que se encuentra en una colección privad, y este San Francisco en oración, que peramencía hasta ahora inédito y puede ser el último cuadro del artista sobre este tema.

"La adoración del Niño" de Vicent Macip.

"La adoración del Niño" de Vicent Macip. / Setdart

El Bellas Artes de València pesca en las subastas

Por otra parte, revista especializada Ars Magacine ha informado sobre la compra por parte del Museo de Bellas Artes de un óleo sobre tabla de Vicent Macip (padre de Joan de Joanes) y un lienzo de Guido Reni en una subasta celebrada el pasado miércoles en Setdart. Para la adquisición de ambas piezas -la primera por 49.000 euros y la segunda por 54.000- a cargo del presupuesto de la Generalitat, el Estado ejerció el derecho de tanteo.

Con ambas compras, el Bellas Artes continúa completando dos de sus principales líneas de trabajo. La primera, reforzar su componente de pintura valencian, que en este caso se consigue con esta excepcional La adoración del Niño de Macip fechada entre 1510 y 1525. 

"Ecce Homo" de Guido Reni

"Ecce Homo" de Guido Reni / Setdart

Con el Ecce Homo de Reni, parece que el Bellas Artes quiere ir ampliando su catálogo de pintura italiana clásica, no solo para acompañar la mucho más amplia de artistas valencianos y españoles de esa época, sino incluso para que sirva de eje de una futura sala dedicada a los pintores transalpinos del clasicismo. 

Además, esta misma semana se ha subastado en Ansorena un Busto de caballero pintado por Sorolla en 1884 y que ha sido adquirido por 50.000 euros.

Sorolla

Sorolla / Ansorena

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