Elena López Riera reivindica en Cannes el deseo de nuestras madres

En «Las novias del sur», la cineasta valenciana cuestiona a través de mujeres de varias generaciones los ritos ancestrales del matrimonio

"Las novias del sur"

"Las novias del sur" / L-EMV

África Prado

El de Cannes es un festival que Elena López Riera (Orihuela, 1982) frecuenta desde que presentara su primer cortometraje (Pueblo, 2015), en la Quincena de Realizadores, donde también estrenó su primer y elogiado largometraje (El agua, 2022), que logró dos nominaciones a los Goya, y donde ahora acaba de mostrar su mediometraje documental Las novias del sur. Afónica, como siempre que acude a Cannes, la cineasta valenciana se encuentra «cansada pero feliz de haber llegado aquí y haber podido compartir la película».

Una película de 40 minutos, coproducida por la valenciana Suica Films y la suiza Alina Films, en la que cuestiona los ritos ancestrales del matrimonio a través de conversaciones con mujeres de generaciones anteriores a la suya sobre la intimidad, el deseo y la sexualidad. Muchas de ellas, como es habitual en su cine, filmadas en Orihuela, que hablan de sus matrimonios, sus novios, sus noches de bodas y su vida después de esa unión. 

El entorno más cercano

De esta forma, López Riera vuelve a echar mano de su entorno más cercano para armar una película que parece no distinguir la realidad y la ficción y donde la mujer y lo ritual son dos ingredientes importantísimos.

En ‘El agua’ -película con la que obtuvo dos nominaciones a los Goya tras contar con su estreno español en el Festival de San Sebastián- incluyó testimonios reales de mujeres de Orihuela, su pueblo, explicando las historias, leyendas, mitos y supersticiones que se transmiten de generación en generación, y sobre todo a través de las mujeres de las familias, sobre la relación entre el agua, el territorio y los habitantes de la Vega Baja.

El proyecto de Las novias del sur llevaba en su cabeza años -en concreto, desde que estudiaba en la Universitat de València-, construido a partir de las imágenes de bodas de diversas mujeres, incluida la de su propia madre. «Desde hace años veo esa imagen de la mujer entregando su virginidad y la simbología que implica el matrimonio católico» y la película surge «interrogándome cómo había sido esa entrada en el mundo del deseo y de la pareja en la generación de nuestras madres, ver qué ha cambiado y qué no, cómo lo ha vivido esa generación. Ese fue el punto de partida».

"Soy lo que soy"

La premisa era hablar de la intimidad y del deseo en sentido amplio y con la mujer, de nuevo, en el centro de la diana como protagonista. «No sé si en el centro, pero esta es una película muy íntima y personal. Está formulada en primera persona y yo soy lo que soy -una mujer cis, heterosexual, de 42 años- y es difícil salir de ahí», por lo que López Riera plantea «un juego de voces» y una propuesta «de diálogo intergeneracional con mujeres de esa generación y yo, que solo me represento a mí misma».

La película no da ninguna respuesta, sino que muestra la diversidad de experiencias a través de las mujeres sobre su vida más íntima, algo poco tratado en el cine: «Ha sido muy fácil que las mujeres hablaran de su intimidad, pero, claro, si nadie les pregunta, no hablan. No es que fuera algo tabú o secreto, es que hay que preguntarles», bromea la cineasta, que no pretende hacer una tesis general sobre ello.

"La intimidad no tiene reglas"

«Lo interesante de la intimidad es que no se pueden poner reglas, cada una lo vive de una manera. Sí hay una cuestión estructural que marca a las generaciones por el contexto social, histórico o político, pero luego cada persona lo vive como puede o quiere. Y la película deja abierta la puerta a todas esas cuestiones. No siempre el matrimonio va asociado a una idea determinada, no solo pone en cuestión el amor romántico, sino que hay muchos puntos de vista diferentes».Resistencia

A ella, que no se ha casado ni tiene hijos, le ha sorprendido «muchísimo» lo que cuentan las mujeres «porque te crees que lo sabes todo y que vas con la lección aprendida y ellas te dan la vuelta veinte veces. Parece que la generación de después siempre es más inteligente, más crítica, más feminista, y ahí hay mucha tela que cortar. Ha sido mucho más luminoso de lo que podía imaginar, y hay un mensaje importante de resiliencia bastante fuerte. Me ha parecido increíble, iluminador y epifánico que todas tengan una fuerza de resistencia, pese a las dificultades de la vida, bastante fuerte».

Elena López Riera y 'Las novias del sur' interrogan el amor de las fotos de boda en Cannes

Elena López Riera y 'Las novias del sur' interrogan el amor de las fotos de boda en Cannes / Edgar Sapiña /EFE

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