Ya hay acuerdo y la Copa del América seguirá en Valencia. Ya decíamos el pasado domingo que al margen de las posiciones de salida y de las jugadas de «mus» típicas de las negociaciones, quedaba bastante claro que para el 2009 no podía haber otros candidatos porque no llegaban a tiempo. O no llegaban, evidentemente, en las excelentes condiciones que ofrecía Valencia, porque, aunque en otros sitios les dieran más dinero, nunca podrían ofrecer lo que ya ha demostrado Valencia: público, buenos resultados deportivos, instalaciones ya construidas y capacidad organizativa.

De manera que era justo y necesario que la Copa continuara en Valencia porque interesaba a todos. Al Alinghi y su empresa ACM, que tenían, nuevamente garantizados buenos réditos económicos y sociales, y a las instituciones que conforman el Consorcio, porque pueden rentabilizar mejor la gran inversión realizada. Ahora si que existen pocas dudas de que el balance, todavía no realizado, de costes/beneficios será positivo.

Y es que una de los elementos más costosos de los grandes eventos no son los gastos de organización, recuperables con los ingresos, sino los de las infraestructuras. Por ejemplo, en Barcelona 92 el presupuesto de gestión fue de 147.000 millones de pesetas y acabó con un superávit de alrededor de 300 millones, pero las infraestructuras se fueron hasta los 500.000 millones. En Almería, en los Juegos Mediterráneos de 2005, el presupuesto de gestión fue de 50 millones de euros, liquidados, también con un superávit de 70.000 euros, pero los gastos de infraestructuras han superado los 300 millones de euros, 130 de ellos en instalaciones deportivas. Aquí, además de los 500 millones de la dársena interior, se han gastado otras cantidades importantes en infraestructuras públicas y se han construido una serie de hoteles, que ahora también verán rentabilizada esa inversión de capital privado.

Pocas veces, además, en competiciones de otro tipo existe la posibilidad de que una sede repita. Es casi imposible. Y aquí se ha presentado la oportunidad por la modificación del calendario de celebración que pasa de 4 años a 2 años, un acierto de cara a los organizadores, que de paso beneficia a Valencia. Porque este era uno de los hándicaps con que contaba la Copa, su celebración cada 4 años, dentro de un calendario competitivo internacional extraordinariamente denso. Pasaba desapercibida. De hecho son muchos los deportes que han ido reduciendo los periodos de celebración de sus competiciones o inventándose nuevas, como el Atletismo, el Baloncesto, el BalonmanoÉY si alguno no lo hacen en algunas competiciones como el fútbol con la Copa del Mundo o los Juegos Olímpicos es porque no pueden. El primero tiene un gran rival en la Eurocopa y en las ligas de clubes (la fuerza de la Champions League es grande) y el segundo tiene que lidiar con los calendarios de 28 deportes y con sus dificultades organizativas para rebajar el periodo de celebración.

Pero este no es el caso de la America$27s Cup y lo han sabido ver. Es una manera de tener más presencia pública y popularizarlo. Así, al tiempo que atienden a Valencia en la edición de 2009, pueden ir buscando la del 2011É. Si vuelve a ganar el Alinghi, claro.

Solo hay dos pequeños nubarrones en el cielo: el de la compatibilidad con la Formula 1 y sus obras que yo no tengo tan clara y la reclamación judicial del Oracle (habrá sus motivos, pero no entiendo porque se crea un club náutico de la nada y con sede en la nada, y no se haya utilizado el Náutico de Valencia, pongo por caso), que esperemos se resuelvan favorablemente.

Pero, hay dos cuestiones positivas que me gustaría resaltar. La primera, lo que parece ser el inicio de una nueva etapa entre las administraciones. Han aparecido todas juntas y trabajando en la misma línea. Espero no equivocarme y que continúe ese buen principio, porque no hay peor imagen para los eventos que las broncas públicas entre instituciones. Lo digo siempre que puedo y publicado está: las desavenencias y los problemas organizativos deben quedar entre bastidores. Por esa razón espero que acabe el martilleo constante e injusto contra Zapatero y el Gobierno central, que en el canon pone lo mismo que la Generalitat y el doble que el Ayuntamiento y otras muchas más cosas. Quizás sería bueno que todos se integraran plenamente en el nuevo Consorcio y desde ahí canalizaran todas las gestiones.

La segunda cuestión afecta al aspecto económico. El canon, para mi sigue siendo alto porque no existe en otros eventos de similar impacto, pero no ha subido tanto y parece que se queda en 105 millones de $28. Pero, habrá que ver, que pasa con las otras contraprestaciones que se le daban a ACM, la empresa gestora: la explotación comercial de la dársena y los patrocinadores que debe validar el Consorcio. Si están dentro de un orden, la fiesta será completa. Ya veremos, pero por el momento: Feliz Copa 2009.