J. J. S. Monzó, Valencia A miles de kilómetros de Sevilla, en el Vall d$27Aosta (Italia), la voz del médico de la selección española de fútbol parecía apagada, triste. Aún incrédulo intentaba explicar la muerte del jugador del Sevilla Antonio Puerta. Todo eso entre las bocinas del pabellón donde el Pamesa Valencia anda realizando la pretemporada. «Se puede dar un diagnóstico médico, pero no humano» , comentaba afectado. «Los deportistas pasan por una gran cantidad de pruebas médicas, mediante pruebas de esfuerzo, ecografías, electrocardiogramas...», explicaba, «pero hay patologías que son difíciles de diagnosticar. En un 99$279 por ciento se detectan, ésta, desgraciadamente, no. La medicina tiene un límite, no llega a todas partes». Para detectar ese ínfimo porcentaje habría que «realizar infinitas y exigentes pruebas, además de las que se realizan, en otras ciudades y, aún así, podrían hasta pasar desapercibidas». El doctor aseguró que los servicios médicos del Sevilla actuaron «correctamente», a pesar que tras el primer desmayo el jugador sufriera una parada cardiorrespiratoria. «Aplicaron las descargas con un desfibrilador para intentar que el corazón volviera a latir. No podían haber hecho más cosas. Así me consta». Sin embargo, y pese a las esperanzas depositadas en que Antonio Puerta se recuperara, Candel exponía que «la falta de sangre, y por tanto de oxígeno, al cerebro durante tanto tiempo le habrían causado daños irreparables. No habría vuelto a jugar al fútbol» , sentenció con rotundidad.

El ex jefe de los servicios médicos del Valencia coincidió con Puerta durante un partido con la selección española de fútbol. De él destacó su «vitalidad y su carácter encantador» . «Llama más la atención porque es un deportista, porque son los menos propensos para sufrir patologías coronarias» . Preguntado por los antecedentes del fallecido, Candel señaló que lo que había sufrido, «según tengo entendido yo, eran leves desmayos. ¿Cómo le vas a decir a un futbolista profesional que no puede seguir jugando al fútbol por eso . No es que no se haya puesto la lupa sobre lo ocurrido, sino que su patología, que nadie ni nada ha sido capaz de detectar, ha evolucionado en la muerte». Candel ahora trabaja para el Pamesa, y como buen previsor, reconoce que «hay un protocolo para este tipo de situaciones. Del mismo modo que existía cuando estaba en el Valencia. Pero en el baloncesto también se pueden producir este tipo de desgracias. Tampoco son muy habituales».

La FIFA ordenó ayer la instalación de una sala de reanimación en los estadios donde se disputarán partidos de las próximas eliminatorias sudamericanas para el mundial Sudáfrica 2010, según informó Osvaldo Pangrazio, miembro del cuerpo médico de la Conmebol, como consecuencia inmediata de lo sucedido con los repetidos paros cardíacos sufridos por Puerta, incluyendo dos en el estadio Sánchez Pizjuán, que desencadenaron la crisis que acabó ayer con su vida.

«Hemos recibido instrucciones de la FIFA para habilitar una sala equipada para la reanimación inmediata de un futbolista que haya sufrido un paro cardiorespiratorio», dijo Pangrazio.

El profesional añadió que la referida sala «tendrá que ser instalada en cada uno de los estadios donde habrá juegos eliminatorios. Es una medida preventiva importante porque si ocurriere un accidente en la cancha, la víctima podrá recibir ayuda rápida e idónea que le podrá salvar la vida», expresó.