Corría el año 2007. Valencia vivía instalada en una nube generada por el "boom" inmobiliario. Se avecinaban elecciones autonómicas y Francisco Camps sacó un as bajo la manga: Bernie Ecclestone. El magnate británico le prometió a la ciudad un Gran Premio de Fórmula 1, siempre y cuando su "amigo" Camps mantuviese el poder. Y así sucedió. Pero como el jefe del Consell prometió que la Fórmula 1 tendría "coste cero" para los valencianos, planeó que el canon de 18 millones lo pagara una empresa privada, que además gestionaría el evento. Reunió a un empresario exitoso -Fernando Roig- a un gran nombre del mundo del motor -Jorge Martínez Aspar"-, y una entidad bancaria para dar estabilidad al proyecto -Bancaja-. Así nació Valmor Sports, que se frotaba las manos ante las oportunidades de negocio que se abrían con la Fórmula 1. Pero nadie se imagina que una crisis de dimensiones desconocidas estaba a punto de estallar

Pronto en Valmor Sports se dieron cuenta que el negocio brillaba por su ausencia. Con 18 millones de euros de gastos fijos por temporada en concepto de canon, mucho había que ingresar para nos registrar pérdidas. La Generalitat se volcó con la empresa privada y puso a su disposición todo el personal y la gestión deportiva del Circuit Ricardo Tormo -una instalación pública-, que además asumió todas las subcontratas posibles. Valmor debería funcionar con, básicamente, el dinero que ingresaba de las taquillas.

Lo que mal empieza...

En 2008, en el primer año del Gran Premio de Europa de Fórmula 1, las cosas fueron más o menos asumibles. Algunas fuentes dicen que Valmor Sports ya registró pérdidas, aunque de cara a las cuentas públicas se reflejaron unas irrisorias ganancias.

Ya entonces, Jorge Martínez Aspar advirtió que la situación era complicada y que su intención era abandonar el proyecto. En 2009 llegó el descalabro total. Según publicó ayer Cinco Días, la empresa gestora de la Fórmula 1 registró unas pérdidas de 12,5 millones de euros, según consta en el informe anual presentado por Bancaja -el socio mayoritario del Valmor- ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores. La reducción de cerca del aforo de la prueba en cerca de 40.000 asientos y los escasos beneficios que generó la marina, lastraron las cuentas de la empresa.

A pesar de que la Generalitat construyó el circuito urbano con un coste de 90 millones de euros y que además ofreció todo tipo de ayudas -patrocinios y el apoyo logístico, humano y económico del Circuit Ricardo Tormo-, Valmor veía imposible rentabilizar el proyecto con únicamente la venta de entradas y algún ingreso extra. Así que el Consell, ante la amenaza que la Fórmula 1 se marchara -parece ser que Ecclestone no cobró en los plazos previstos, aunque Valmor lo negó-, decidió asumir el canon del Gran Premio durante los próximos cinco años. Es decir, 90 millones de euros.

El futuro, en el aire

Con este nuevo escenario, no se entiende qué sentido tendrá en el futuro la gestión de Valmor Sports, una vez la Generalitat ha asumido el coste de la prueba y el Circuit Ricardo Tormo se encarga de su gestión deportiva. Se especula con que la empresa de Bancaja, Roig y Aspar abandonará en breve la gestión del evento, aunque fuentes de Valmor aseguraron a este periódico que, al menos durante 2010, seguirán trabajando en la carrera. En cambio, no se atreven a decir qué pasará a partir de 2011É

Precisamente, la previsible retirada de Valmor en un futuro no muy lejano se produciría justo en el "resurgir" de la Fórmula 1 en Valencia, pues todo indica que la tercera edición del Gran Premio de Europa será un éxito. El fichaje de Alonso por Ferrari, el regreso de Michael Schumacher, y la presencia de Alguersuari y De la Rosa en el "gran circo" han animado mucho la venta de entradas para este año, cuya carrera se adelanta de finales de agosto al 27 de junio. Valmor se ha planteado ceder la explotación de la marina al Consorcio. La empresa podría recuperar en 2010 parte del dinero perdido, cuadrar sus cuentas y abandonar el proyecto.