La Liga BBVA no será, a partir de 2014, un ejemplo de reparto democrático de los derechos de televisión, pero al menos dará un pasito adelante a la hora de racionar el dinero a los clubes más modestos. A falta de la aprobación de la propuesta presentada por el Real Madrid y el Barcelona, el próximo día 22, la competición española continuará marcada por el dominio del duopolio de los dos "gigantes". Un abismo nada comparable al resto de las ligas europeas, donde la distribución resulta mucho más equitativa. Sin embargo, la fórmula está condenada al consenso, visto que los equipos pobres doblarán, como mínimo, su partida de presupuestos por ingresos televisivos (de 12 a 15). En medio, el Valencia y el Atlético de Madrid sólo aumentarán un mínimo sus beneficios. Pero ambos se garantizan una posición privilegiada con respecto al resto, un caramelo al que, seguramente, tampoco se van a poder resistir.

La propuesta no ha dejado contento a todos, pero sí a la gran mayoría. Sólo Sevilla, Villarreal y Athletic de Bilbao van a plantar batalla, mientras que el grueso de equipos humildes (entre ellos, el Levante UD) se frotan las manos al ver cómo doblarán sus ingresos.

La Liga española es la que distribuye, con diferencia, de forma más desequilibrada el dinero de los derechos de televisión. Mientras el colista de la Premier -el torneo más equitativo de Europa- recibe el 60 por ciento de lo que gana el líder (el Middlesbrough ingresó la pasada temporada 34,9 por los 58,2 del Manchester United), los modestos de la BBVA ganan sólo el 8,5% de lo que reciben Real Madrid y Barcelona. "Pecata minuta" para poder competir de igual a igual y que llevó a algunos clubes a plantearse la posibilidad de formar una liga aparte y dejar solos a los dos "gigantes" del fútbol español.

La venta descentralizada de los derechos de TV genera casi 19 veces más dinero para el Madrid y el Barcelona que para los modestos, un "ratio" que descenderá hasta el 7% a partir de 2014. En Alemania, Francia e Inglaterra, la media de este índice se sitúa entre "2 a 1" y "3 a 1", lo que da lugar a competiciones más equilibradas.

Las diferencias se basan en el sistema de venta de los derechos. Mientras en la LFP los grandes marcan el camino y los demás sobreviven como pueden, en el resto de Europa se negocia el paquete completo. El dato más llamativo es que el Madrid y el Barcelona se llevan el 46,5% del dinero de las televisiones, por el 18,3% de Francia, el 14,7% de Alemania y el 12,9% de Inglaterra. Hasta la liga italiana, otro ejemplo de desigualdad entre ricos y pobres, se ha unido este año a la fórmula del reparto colectivo, con resultados más rentables para todos que en España.