La vida de buena parte de los deportistas de alto rendimiento viene marcada por los ciclos olímpicos. Acaba de comenzar 2012 y los medios de comunicación ya han lanzado unas cuantas noticias en torno a los Juegos Olímpicos de Londres, una competición que nos llegará relativamente pronto, del 27 de julio al12 de agosto, cuando en otras ocasiones se celebran en mitad de agosto como en Pekín, o incluso más tarde.

Así, nada más iniciarse el año hemos conocido que el equipo masculino de gimnasia artística se ha clasificado para los Juegos al quedar tercero en el torneo preolímpico celebrado precisamente en la capital británica y que, en cambio las chicas no lo han conseguido. Sí lo hicieron nuestras mujeres de balonmano, medallistas de bronce, por primera vez, en el Campeonato del Mundo celebrado recientemente en Brasil. Un gran éxito que puede aumentar para este deporte, en el caso de que también lo consigan los hombres, que se la juegan estos días en el Campeonato de Europa que arranca hoy en Serbia. De no conseguirlo, le quedará la repesca del Preolímpico.

La importancia que tienen unos Juegos Olímpicos se miden por otras cuestiones no específicamente deportivas, como puede observarse leyendo algunas noticias de corte más político que han saltado a los medios de comunicación en este comienzo de año. Resulta que el Primer Ministro británico, David Cameron, acaba de ofrecer al Ministro Principal escocés, Alex Salmond, la celebración de un referéndum sobre la independencia de Escocia, siempre que se convoque en los próximos 18 meses. Allí gobierna el Partido Nacional Escocés (SNP) que, al contrario, quiere convocar ese referéndum sobre la independencia en 2014. ¿Y saben ustedes, cuáles son los argumentos que los analistas esgrimen a favor de una u otra fecha? Pues, precisamente la influencia de los Juegos Olímpicos. Cameron piensa que si se celebran al calor de éstos, tiene muchas más posibilidades de que ganen quienes no quieren la independencia. Téngase en cuenta que en los Juegos participan unidos bajo las siglas de Gran Bretaña o Reino Unido, y no como en el fútbol, donde siguen existiendo cuatro selecciones, sobre todo por una concesión a la historia, que no se repite en otros deportes, salvo en rugby y alguno más: Escocia, País de Gales, Irlanda del Norte e Inglaterra.

En cambio, los del SNP quieren celebrarlo lo más lejos posible del 2012, exactamente en 2014, porque en ese año se celebran en Glasgow, los Juegos de la Commonwealth y la Ryder Cup. Dicen los unos que este año imperará el patriotismo británico y en 2014 el escocés que, además, celebra el 700 aniversario de la batalla de Bannonckburn, por la independencia. Lo que pasa es que la diferencia entre el impacto de unos JJOO y los del antiguo imperio británico no es comparable, por más que participan más de 70 países de sus excolonias.

Y toda esta polémica ha surgido tras la visita que Cameron realizó a las instalaciones, prácticamente terminadas, de los Juegos, acompañado del gran Sebastian Coe, ayer campeón olímpico y hoy presidente del Comité Organizador de Londres 2012, quien no se cansa de explicar que no van a imitar esos grandilocuentes —por su magnitud— Juegos de Pekin 2008. Es, por otra parte, imposible. Son países distintos, modelos sociopolíticos distintos y estructuras deportivas radicalmente opuestas. Londres 2012 imitará o intentará superar a Barcelona-92 o Sydney-2000, que todavía están en la retina de los dirigentes y los deportistas de todo el mundo.

De cara a esos Juegos que están a la vuelta de la esquina, era importante nombrar al Secretario de Estado para el deporte, designación que, por fin hizo este viernes el Gobierno. Se ha hecho esperar y ya cundía la preocupación entre las federaciones, que no querían ver repetido lo sucedido en la preparación de los deportistas olímpicos en el año 2000, cuando, al ser las elecciones en el mes de marzo, no hubo Secretario de Estado hasta el mes de mayo. El nombramiento ha sido una sorpresa total. Sonaban otros, como el actual Secretario General de la Xunta de Galicia, José M. Lete, e incluso Emilio Butragueño. Y antes que estos, el exvicealcalde de Madrid, Manuel Cobo. Al final, el elegido es Miguel Cardenal, bilbaíno, que dirige la cátedra de Derecho Deportivo de la Universidad Rey Juan Carlos y es vocal del Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Por tanto, podemos decir claramente que es un hombre del deporte y, en eso estamos de suerte, porque, además, también es un hombre de ciencia, pues su tesis doctoral versó sobre Derecho y Deporte. Que tenga suerte.