No hay nada como un éxito convicente para aliviar y despejar las dudas. En el quinto encuentro de Velimir Perasovic -segundo en la ACB y primero en la Fuente de San Luis en la competición liguera- empiezan a parecer los brotes verdes de este tiempo de entrenamientos y los partidos anteriores ante el Nymburk checo y el CAI Zaragoza. Ayer el reto era mayúsculo ante un Lagun Aro Gipuzkoa Basket que había ganado ocho de sus nueve últimos partidos. Una serie rota gracias a un intenso partido del Valencia Basket Club larvado en la defensa, la base donde se sustentan la mayoría de los éxitos en este deporte.

Un choque igualado, intenso, de ida y vuelta, de marcador dinámico, pero que poco a poco fue siendo propiedad de un equipo que agradece, y de qué manera, la aportación del base Markovic y ayer especialmente la de Pietrus. Dos jugadores que se erigieron en protagonistas decisivos. El serbio va ganando confianza tres superar su lesión y va creciendo en la dirección del equipo, compensando a un San Miguel que se esfuerza en poder aportar todo lo posible y un De Colo que siempre es imprevisible. El francés (18 puntos) aportó su cara eficaz y eso lo nota el rendimiento global del grupo.

Pietrus parece que ha captado nuevas energías con la llegada del técnico croata, con el que coincidió en su última etapa en el Estudiantes. Un entrenador que lo conoce perfectamente y que sabe todo lo que puede dar este jugador de equipo y en qué momento del partido. Ayer Perasovic acertó su rotación y el galo no desaprovechó su momento. Devoró los aros a base rebotes -hasta diez- y contagió con su intensidad al resto de sus compañeros en la cancha, la suficiente como para abrir la brecha definitiva en el último cuarto, después de tres anteriores con marcadores prácticamente calcados. Y es que el equipo de Sito Alonso dio muchos problemas como ya se esperaba. Demostraron que su racha no es casualidad y, apoyado en hombres como Vidal, Betts en la pintura y el incombustible y anotador Panko, disponen de un bloque que estará esta semana en la final de la Copa del Rey.

De esta forma, el Valencia equilibra su balance de victorias y derrotas y se queda instalado en la décima plaza de la clasificación, pero sin perder la vista de los ocho mejores y a una victoria apenas del Gescrap Bizkaia, sexto en la tabla tras la disputa de las primeras veinte jornadas.

Otra buena nueva -para compensar la ausencia en el Palau Sant Jordi de Barcelona- es que Perasovic y sus pupilos van a disponer de unos días de excelentes entrenamientos -aunque desperdigados por el cierre de la Fonteta por un espectáculo sobre hielo- para ir incrementando esa progresión defensiva que busca el técnico. Y un parón perfecto para que Markovic y Ogilvy adquieran ritmo, el ayer ausente Lishchuk se recupere y se regrese a la liga con la mente y el cuerpo en forma.

El Barcelona llega líder a la Copa y el Madrid disipa dudas

El Barcelona Regal llega a la Copa del Rey, que se celebra esta semana, al frente de la clasificación de la Liga ACB, tras una jornada en la que el Blusens dio la sorpresa al derrotar al Caja Laboral en Santiago y el Madrid se impuso con más facilidad de la prevista al Banca Cívica en Sevilla. En Badalona, el Barcelona, con 14 puntos y 16 de valoración de Rabaseda, no dio opciones al FIATC Joventut, sumó su sexta victoria (52-79) consecutiva en la liga y dejó al club local en su peor anotación en la ACB. El Madrid rompió una secuencia de dos derrotas, las dos ante el Gescrap de Bilbao, una en la liga y otra en la Euroliga, y batió (63-98) sin grandes problemas al Banca Cívica, sin Paul Davis, lesionado. Tampoco levanta cabeza el Blancos de Rueda, que, con cuatro victorias en veinte partidos, sigue último. En sentido distinto a los de Valladolid se mueven los jugadores del Gescrap de Bilbao, con seis victorias seguidas y que ayer batieron (88-60) al Manresa. efe madrid