Vuelve la liga. Hoy mismo. Sin apenas darnos tiempo para saborear la victoria ante el Sevilla. Y para el Valencia la Liga regresa en Granada ante un rival que destaca tanto por sus numerosas deficiencias es un equipo justito en manos de un hábil presidente como por una virtud que es de una certeza innegociable: su actitud es inmensa en todos y cada uno de los partidos que juega. Así las cosas, si el Valencia abandona la buena senda de la actitud recuperada ante el Sevilla... lo pasará mal. Por contra, si oferta intensidad a lo bestia, su mayor calidad debe inclinar la balanza a favor de los de Djukic.

No seamos ciegos. En una torre de la Alcazaba granadina (la parte más antigua de la mágica Alhambra) reza un cartel con una frase de un poeta mexicano de finales del siglo XIX y principios del XX (Francisco de Icaza) que sirve como enorme referencia para destacar la belleza de la singular ciudad andalusí. Dice así: «Dale limosna, mujer, que no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada». ¿Y? Pues eso. Que no seamos ciegos nosotros. Que el Valencia no se engañe por lo hecho ante el Sevilla. Que abra los ojos y se de cuenta de que al margen de intensidad hay que mejorar en muchos aspectos.

Sobre Djukic. Sigue aquí, entre nosotros, con sus defectos (que los tiene... mucho que mejorar) y sus virtudes... que también las tiene, entre ellas su entrega absoluta: su actitud siempre es generosa. Ante el Granada tiene que superar una reválida importante. O mejor dicho, un par de ellas: está obligado a acertar con el once titular y necesita encontrar el idioma correcto para que sus «descolocados» jugadores acierten a comprender sus instrucciones... que les cuesta, y mucho, entender lo que de ellos espera el míster.

Sobre Pereira. No es capitán... pero tira del carro como nadie y habla claro, clarísimo. El lateral se ha convertido en un referente del Valencia tanto dentro como fuera del campo. Y en ambos casos por su implicación hacia el escudo que representa. Y Joao habla claro. Dice que queda muchísimo por hacer. Afirma que la victoria ante el Sevilla lo único que significa es que han ganado un partido... solo eso, nada definitivo. Ahora bien, Pereira también comenta que jugaron de forma diferente, más juntitos, con más empeño, con menos errores... pero con errores. En resumen, Joao lo tiene claro: si nos cegamos (por lo hecho) ante el Granada estamos perdidos. ¿Ciego en Granada? Recuerden: «No hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada». (Ante el Granada, en el caso que nos ocupa, y pidiendo disculpas de antemano por comparar de forma casi grotesca la belleza de La Alhambra con un simple partido de fútbol).