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Pau Ribas Tossas (Badalona, 1987) volvió a someterse ayer a nuevas pruebas médicas para determinar la evolución del esguince que sufre en el tobillo izquierdo. Lesionado desde el pasado 11 de octubre, a Ribas se le marcó un plazo de recuperación de unas tres semanas, ya cumplido. El Valencia Basket, sin embargo, aún no ha precisado cuándo regresará el jugador. El médico del club, Miguel Frasquet, advertía ya entonces de que se trataba de "una lesión lenta de curar", algo que el tiempo ha acabado confirmando. Un contratiempo que le ha privado de empezar la temporada, ya que la torcedura se produjo dos días antes del primer partido de liga contra el FC Barcelona. Pero no es un esguince al uso, sino que se trata de una zona delicada. Pese a ello, fuentes del club aseguraban ayer que se está "dentro de los plazos esperados". Para el encuentro de mañana miércoles, contra el Varese, no estará. Otra cosa es para recibir al CAI Zaragoza el próximo domingo.
La plantilla prepara desde ayer el partido europeo contra el Cimberio Varese, equipo con el que vuelve a encontrarse ocho años después de que le ganase los dos enfrentamientos que tuvo en la fase de grupos de la ULEB Cup 2004-2005.
El objetivo es recuperar la senda de la victoria, tras el revés sufrido el pasado miércoles en la pista del Olimpja Liubljana. Con dos triunfos y una derrota, el Valencia BC continúa liderando el grupo C, pero no puede permitirse ya muchos más pasos en falso para llegar a la siguiente fase lo mejor posicionado posible. En ese sentido, Pablo Aguilar reconocía ayer a la agencia Efe que ya no caben los excesos de confianza. "El partido del Olimpia nos demostró que no nos podemos relajar", explicaba. "El equipo reaccionó, se dio cuenta de que no podemos bajar los brazos en ningún momento ni creernos mejores que nadie porque así no podemos jugar y lo demostramos contra el Valladolid", añadía, en referencia a la paliza infringida al conjunto vallisoletano el pasado sábado (108-57).
