Faryd Mondragón (Cali, 1971) ya era mundialista cuando el camerunés Roger Milla firmó en Estados Unidos 94 con 42 años, un mes y 8 días el récord de longevidad del torneo, al marcar el gol de la honra en la goleada por 6-1 contra la Rusia del desatado Oleg Salenko. Apodado «El Turco», por la procedencia libanesa de su madre y su piel morena, Mondragón tenía 23 años y era suplente en una Colombia floreciente con los Carlos Valderrama, Andrés Escobar, Freddy Rincón o Faustino Asprilla. Dirigidos por el profesor Maturana, habían firmado una clasificación impecable que incluyó un sonrojante correctivo a Argentina en Buenos Aires (0-5).

Mondragón no jugó ningún encuentro en un Mundial desastroso para Colombia, último de un peleado grupo por detrás de la Rumanía de Gica Hagi, la Suiza de Chapuisat y la selección anfitriona. El epílogo del duelo contra los norteamericanos fue amargo. Un autogol de Escobar precipitó una derrota digerida como drama nacional. De regresa a Colombia, de vacaciones en Barranquilla, el elegante Escobar fue asesinado con doce disparos de un ultra enojado.

No jugó Mondragón en el 94, pero sólo se estaba ante el inicio de una larga trayectoria por la que el guardameta, elegido mejor portero de la primera fase en Francia 98, puede convertirse en el jugador más veterano que jamás haya jugado en un Mundial. El cancerbero cumplió 43 años el pasado sábado y con la «Tricolor» ya clasificada para los octavos de final, José Pékerman le podría dar la titularidad en el tercer partido de la fase de grupos mañana ante Japón.

No sería el único récord de Mondragón, un portero con alma de trotamundos, al haber jugado en las ligas de Colombia, Argentina, Paraguay, España, Francia, Turquía, Alemania y Estados Unidos, antes de volver al equipo de su vida, el Deportivo Cali. Otro de sus registros es el de haber disputado seis fases de clasificación para un Mundial con Colombia (1994, 1998, 2002, 2006, 2010 y 2014). También ha rebasado el récord, como el mayor período entre dos participaciones en una fase final, establecido en 12 años, y que estaba en poder del delantero suizo Fredy Bickel (1938-1950).

Mondragón fue el protagonista ayer en la rueda de prensa de Colombia y no cabía de gozo. «Es un sueño para todos. Si hace ocho años me preguntan y me dicen que iba a estar aquí y en esta situación no lo hubiera creído. Lo que ha hecho Pekerman por mí, convenciéndome de seguir, no lo olvidaré nunca. Si no, seguramente me hubiera retirado hace dos años. Y gracias a toda Colombia vivo este sueño», destacó Mondragón en declaraciones recogidas por Efe. «Soy un privilegiado por poder estar aquí. Ha sido el mejor cumpleaños de toda mi vida», subrayó el veterano meta, que no sabía si será elegido para jugar contra Japón: «Estamos todos preparados. Los veintitrés que estamos aquí.

No sería un récord de Mondragón sino de Colombia. Daría cualquier cosa porque Colombia batiera su récord y estuviera en cuartos de final.

Pero sería incoherente anteponer lo personal al equipo. La virtud de este equipo está en la fuerza del grupo», destacó. «Uno no sabe cuando le va a tocar. Todos estamos preparados y lo importante es hacerlo bien y responder cuando te llegue el momento. A partir de ahora cada partido será de mayor exigencia, más difícil. Costará más», aseguró el cancerbero, que ya ha admitido que se retirará cuando se vaya de Brasil.

Por último, Mondragón reconoció que por mucho que pasen los años, un Mundial continúa siendo un torneo muy genuino. «Este es un grupo joven por edad pero con experiencia a nivel de clubes. Pero el Mundial es otra cosa desde que suena el himno, la forma de sentirlo y todo lo que hay alrededor», corroboró «El Turco» que coleccionaba Mundiales.