Todos los fines de semana hay tres equipos de las categorías benjamines que se llevan una sorpresa: el rival que tienen en frente es un equipo íntegramente femenino. A veces ganan ellas, a veces pierden. Es una rareza que ocurre tan sólo de vez en cuando, pero que este año tiene tres casos. Dos equipos de niñas del Valencia CF y uno del Marítim CFF están integrados en la categoría masculina y dirimen con ellos los partidos.

Categoría masculina o mixta, porque hasta infantiles, las chicas que no pueden formar un equipo propio se mezclan con los niños. Eso, a pesar de que el fútbol femenino ya tiene sus propias competiciones, pero imperfectas por el número de practicantes. Ese es el motivo que ha llevado a este particular traslado. Lo justifica Juan Tarín, el director técnico del Marítim CFF y entrenador de su equipo de niñas. «Se intentó hacer una liga para menores de 10 años, pero sólo éramos cuatro equipos: Villarreal, Plaza de Argel, Juventud Paternense y nosotros. Así, ahora tenemos dos opciones: o jugar contra niños de su edad o hacerlo contra niñas que pueden ser hasta seis años mayores que ellas. Contra niños de su edad están mucho más igualadas físicamente. Nosotros preguntamos a los padres y prefieren jugar con chicos para evitar golpes con chicas mucho más mayores.

Prebenjamines contra infantiles

Esto es lo que justificaría que, en las competiciones de fútbol 8 femeninas haya habido equipos de clubes de prestigio que reciban tanteos abultados contra los procedentes de poblaciones mucho menores. «La integración de equipos femeninos en las competiciones «masculinas» empezó ya en el curso 06-07, y en principio se quería obligar a que hubiera, por lo menos, un chico en el equipo. Estuvimos dos años y luego ya se creó la liga sub12 femenina, pero con los problemas que esto supone. Puede jugar una prebenjamín contra una infantil de primer año. Y, claro, escuelas grandes pueden hacer equipos con niñas de una misma edad, pero en un pueblo donde hay menos cantidad sólo tienen un equipo. Y, claro, llegan jugadoras que son mucho más mayores y mucho más fuertes. En estas categorías, la diferencia de edad se nota mucho. Nuestro objetivo es formar y aprender. Mucho más que ganar o perder. En esa tesitura, preferimos que no se hagan daño. Un niño de la misma edad no le va a hacer daño».

El Valencia A se «sale»

En el Valencia CF el equipo A funciona como un cañón y marchan invictas con 34 goles a favor y once en contra, lo que significa alguna que otra «tocadita de cara» a los rivales (ya lo saben en Museros, en Malilla y en Don Bosco). El B empezó con dos derrotas abultadas y desde entonces ya no ha perdido, incluyendo algun que otro «repaso» y ya está en la mitad de la tabla y la pasada semana ya le empataron al equipo F de la Fundació del propio club de Mestalla. Las niñas del Marítim CFF procuran, de momento, aprender de las derrotas.

No se aprecia una motivación especial en los chavales por jugar contra rivales con el pelo recogido en colas de caballo. Cuando lleguen a infantiles, al fútbol 11, los caminos se separan definitivamente: los niños con los niños; las niñas con las niñas. Las diferencias físicas se acentúan. Y las hormonales. «Ya no sería lo mismo».

Con el tiempo se entiende que habrá más féminas que saltarán al terreno de juego. Para entonces, seguramente, habrá un calendario completo en todas las categorías. Por ejemplo, ahora las juveniles tienen que estar ya con las mayores. «Si echamos la vista atrás, hemos avanzado muchísimo en poco tiempo. Por ahí, no nos podemos quedar. Demos tiempo al tiempo».