El desenlace del partido de ayer tuvo el final feliz que todo el mundo esperaba. Victoria cómoda, pasaporte asegurado para la Copa del Rey, mejora en el trabajo reboteador, debut de Guardia en ACB con los «taronja», el buen hacer del capitán Rafa Martínez entre otros argumentos. Sin embargo, la felicidad no fue plena. Y no lo fue porque Van Rossom durante el transcurso del segundo cuarto se llevó la mano al mismo sitio donde se lesionó en el partido liguero ante el FC Barcelona. Las alarmas han vuelto a encenderse porque pese a estar ya recuperado, el base mostraba sus peores sensaciones al finalizar el choque, con el presagio, a falta de las pruebas de hoy, de que la dolencia puede ser seria. Nuevo posible hándicap para un equipo que sigue buscando un refuerzo en la pintura y que no termina de llegar debido a la complejidad de encontrar un jugador con características diferentes a los pívots actuales que tiene Perasovic.

En cuanto al choque, la igualdad estuvo presente durante los diez primeros minutos, porque a partir de ahí, el cuadro «taronja» impuso su calidad y sobre todo el acierto exterior, con un 45% de acierto y catorce triples anotados, para sumar la décima victoria con la que cierra la primera vuelta.

El equipo madrileño salió con ganas de hacer un buen partido y durante los primeros minutos comandó el marcador con un inicio de 0-11 que obligó a Perasovic a agotar su primer tiempo muerto y echar mano del recuperado, Kresimir Loncar. Denostado y olvidado en muchos partidos, Rafa Martínez salió al rescate con 12 puntos en el primer cuarto, comandó la reacción «taronja» para, con otro parcial de 9-0, frenar el arranque agresivo de los de López.

Hubo que esperar al último minuto del primer cuarto para ver al Valencia Basket arriba en el marcador tras acción de Aguilar (20-19). Sin embargo, el aspecto defensivo brilló por su ausencia y de ahí los 27 puntos encajados en el primer parcial. El segundo cuarto cambió totalmente. Van Rossom, fresco y activo, castigó al Fuenlabrada con siete puntos en el inicio del segundo período. Lástima que ahí se acabara su aportación. Lesionado, ya no volvió a salir. Los madrileños aguantaron estas embestidas iniciales de los «taronja» hasta que emergió la calidad. Los puntos de Harangody y Dubljevic hicieron daño a los de Hugo López y que tuvo su eclosión con triple de Nedovic que disparaba a los valencianos en el electrónico hasta llegar al descanso con una cómoda ventaja (57-41) y un parcial de 29-14.

Ya en la segunda parte, durante el tercer cuarto el partido bajó de calidad. El Valencia Basket gracias a los triples, volvió a destaparte logrando la máxima renta en el marcador (89-69). Hugo López, técnico visitante, trató de sofocarlo con unas últimas acciones que le valieron para maquillar el marcador y probar cosas de cara a un objetivo diametralmente opuesto a los «taronja» que deberá mejorar sus prestaciones en la segunda vuelta del campeonato si quiere estar entre los mejores.