Ganar 0-3 en el Sánchez Pizjuán es lo que debe hacer el Villarreal para pasar a cuartos de final de Liga Europa. Un milagro. Los amarillos están con un pie fuera de forma injusta, ya que fueron los de Marcelino los que tuvieron las ocasiones, pero fue el rival el que contó con un cien por cien de efectividad. Todo eso acompañado por las injustas decisiones arbitrales. La duda es apostar por la remontada o centrarse ya en la Liga.

Con Giovani y Víctor Ruiz descartados en el último momento, y sin Pina, Marcelino no pudo poner al once que deseaba. No tuvo otra que apostar por Eric Bailly en defesa junto a Musacchio y que improvisar con un doble pivote formado por Trigueros y Jonathan Dos Santos. Un equipo de pequeños jugones que desde el primer momento se sabía que iban a sufrir ante un Sevilla que salió con todo su arsenal.

Sin embargo nadie esperaba que la eliminatoria se iba a decantar del lado sevillista a los 15 segundos. El conjunto de Emery, saca de centro, centra largo a Gameiro que lo recoge en el borde de la frontal del área y pone un pase filtrado hacia Vitolo, que controla con el pecho y define perfectamente ante la salida de Asenjo.

Al Villarreal le tocó remar contracorriente y todo habría cambiado si Vietto, en la siguiente jugada hubiera marcado el gol del empate. Pero su disparo dio al larguero y el rechace fue mal rematado por Cheryshev cuando el portero ya estaba batido. Una ocasión que seguro lamentará el argentino.

El Villarreal llegaba hasta el borde del área pero no remataba ante la desesperación de Marcelino que pedía a los hombres de segunda línea como Trigueros que lo intentarán.

El Villarreal estaba buscando el gol con un Sevilla encerrado en su área, pero de nuevo, un balón largo a M´Bia, tras derribar a Jaume Costa y en posición adelantada marcaba el 0-2. Error garrafal no solo del primer árbitro, sino del colegiado situado en línea de fondo que vio perfectamente la jugada que tuvo que ser anulada.Dos disparos del Sevilla, dos goles. Un cien por cien de efectividad que desesperó al submarino, quedando muy tocado.

En el descanso, Marcelino optó por dar entrada a Campbell por Moi. La premisa era clara, había que marcar cuanto antes.

Vietto no tenía su noche y mandó alto un balón que tantas otras veces sí había entrado. Por suerte, en la siguiente jugada el argentino lograba quitarse la espina, no sin polémica, ya que el línea apunto estuvo de hacer que el primer árbitro anulase el gol. Poco le duró la alegría al Villarreal. Exactamente dos minutos, los que tardó Gameiro en marcar el 1-3 que deja muy cuesta arriba la eliminatoria a un submarino que debería ganar 0-3 en Sevilla.