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Se retoma el diálogo por Pelayo

Jaime Amorós, propietario del histórico trinquet, afirma que su opción «preferencial» es la del arrendamiento aunque no descarta la venta del inmueble - «La cifra debe ser más alta que la ofertada, que está por debajo de la tasación», afirma

La historia comenzada en noviembre de 2014 sigue abierta. Tres días después de que José Luis López anunciara públicamente su retirada del proceso ante la falta de una oferta económica de venta del Trinquet, se ha producido un nuevo cruce de mensajes. No se han roto las negociaciones. La primera oferta de compra de López rondaba los 400.000 euros. La última ha alcanzado la cifra de 600.000 euros, algo menor a una tasación realizada en 2009, de 670.000 euros. El empresario valenciano ha esperado a recibir una contraoferta del propietario Jaime Amorós que nunca ha llegado.

El propietario del recinto manifestaba ayer por la tarde a Levante-EMV su «malestar» por el estado al que se ha llegado. «En Valencia se ha publicado que había cerrado un acuerdo, con fotos incluidas, cuando no era cierto». Sobre la opción de compra que exige López insiste en que su opción «preferencial» es la del arrendamiento. Y a la pregunta directa sobre la cifra de una hipotética venta respondió: «Desde luego más alta que la que ha ofertado el señor López, que está por debajo de la tasación. Y además, el acuerdo debe incluir la forma y el tiempo de pago». Una respuesta que abre las puertas a una nueva ronda de negociaciones que supere la fase de cruce de mensajes.

El contrato de arrendamiento del Trinquet concluye en diciembre de 2016 pero Arturo Tuzón ya ha manifestado que cierra las puertas aún a riesgo de ser denunciado por incumplimento del mismo. Sus abogados ya han redactado una carta para explicar la renuncia ante la propiedad. Ayer alegaba a Levante-EMV que las condiciones «impiden que haya rentabilidad en la explotación del negocio». De hecho las últimas mensualidades han corrido a cargo de José Luis López.

El pasado lunes, en horas matinales hubo un intenso cruce de mensajes entre ambas partes. A primera hora desde Santander: «Estimado D. José Luis López: Estimo que yo no debo hacer ninguna propuesta de compra puesto que a mí no me interesa la operación. Si Ud. efectúa alguna que considere adecuada, se lo haré saber de inmediato. Por otra parte, su declaración de que no le interesa el arrendamiento de inmueble, que es lo que yo pretendo, deja muy poco resquicio para conseguir un acuerdo». A este escrito, respondió López en los mismos términos: «En respuesta a su escrito de hoy le informo que no voy a efectuar mas propuestas de compra. Espero que sea Ud., que es el propietario, el que diga, cual es la oferta que Ud. considera ´adecuada´ para vender el inmueble. En caso contrario doy por terminada nuestra correspondencia sobre el asunto, puesto que sin opción de compra no queda ningún resquicio para llegar a un acuerdo».

A lo que Amorós responde de manera que parece definitiva en el último mensaje del pasado lunes a las 14,24 horas en el que aprovecha para recordar que deben seguir abonándose los recibos del arrendamiento: «Estimado D. José Luís López Sánchez: Me parece que la conclusión a la que llega es la más conveniente en la actualidad. No entiendo muy bien lo que me dice acerca del Sr. Tuzón pero resulta obvio que éste debe seguir abonando los recibos mientras nosotros no lleguemos a un acuerdo».

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