El programa «Pilota a l´ Escola» ha registrado la inscripción de más de trescientos centros educativos valencianos. Se trata de una iniciativa heredada de los tiempos del añorado conseller de Educació, Manuel Tarancón. No faltaron entonces intereses en colocar este programa en la órbita de una empresa privada pero la naturaleza del mismo exigía un control presupuestario y sobre todo un funcionamiento profesionalizado que sólo una entidad como la Federació de Pilota Valenciana podía llevar a cabo.
El éxito del programa es incuestionable. El simple hecho de que cada año miles de escolares valencianos tengan, como poco, una jornada de acercamiento al Joc de Pilota, con monitores especializados, ya puede considerarse un paso en la dirección adecuada. La Federació mima esta iniciativa, financiada desde los presupuestos de la Generalitat y la culmina con una competición, de participación voluntaria, que permite intercambiar experiencias entre escolares de distintas comarcas.
Es un programa que causa envidia en otros ámbitos como el vasco, en el que tanto se miran algunos y donde no existe algo semejante. Estos días también ha mostrado su interés por el programa «Pilota a l´ Escola», el máximo organismo deportivo mexicano dispuesto a implantar un programa piloto en un centenar de centros educativos de aquel país.
Todos han mirado hacia el trabajo que se realiza en la Federació de Pilota Valenciana. Sirva pues este ejemplo, así como el demostrado en el cuidado de competiciones escolares, desde las edades más tempranas, el decidido impulso a la pelota en el ámbito femenino, la consolidación de competiciones estables, de varios meses de duración en todas las modalidades vivas del Joc de Pilota, para poder alzar la voz, legítimamente, y reclamar las ayudas que una institución como la Federació de Pilota Valenciana necesita.
Nadie ha cuestionado la necesidad de preservar y salvar templos históricos como Pelayo con dinero público; nadie cuestionaría las ayudas necesarias para preservar una estructura profesional siempre que las mismas se desarrollen desde la neutralidad, transparencia e igualdad de oportunidades como exigencia ética para cualquier servidor público.
Y nadie puede cuestionar que la Federació de Pilota Valenciana, con un amplio trabajo de promoción, en todas las edades, categorías y sexos, en el ámbito territorial valenciano, pero con vocación exterior, debe ser la que lidere y articule este deporte. Desde ese reconocimiento que se atiene a la Ley y a una política decente y a un deber de justicia debe partir el nuevo camino a favor de este deporte.
