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El «Maestro» Nikon Jevtic (Londres, 1993)

"Al niño futbolista le aconsejo tener un plan B"

El niño prodigio del fútbol mundial en la pasada década, perla de la escuela Valencia con 11 años, es hoy un joven veinteañero que vive feliz en Viena

Nikon, el pasado jueves, en la ópera de Viena ignacio hernández/sd

­Hace una década, Nikon Jevtic fue considerado el mejor niño futbolista del mundo. Gracias al empeño y al cuidado de Pep Claramunt, que ejerció de padrino suyo en el club de Mestalla, el Valencia disfrutó de aquel torrente de calidad durante un par de años. Las ofertas llegaban de todo el mundo, hasta que el Shalke 04 le hizo una oferta irrechazable. Diez años después, Nikon no es futbolista de élite. Es un hombre dichoso, en absoluto marcado por aquella infancia de focos y promesas de contratos millonarios. Un ejemplo de estabilidad que rompe con los cánones del «juguete roto». «Soy feliz. Ahora hago lo que me gusta, que es lo importante» asegura, con la voz tranquila, bajo la monumental fachada la Ópera de Viena, donde acude antes de la hora de la cita con el periodista de Levante-EMV. Antes de la entrevista, se ha pasado por el hotel donde se hospeda el Valencia, horas antes del partido ante el Rapid. Siente nostalgia de aquellos años en Valencia y, no lo esconde, le gustaría encontrarse con Gary Neville. Porque Nikon ahora es entrenador, tras dejar su trabajo como cartero. Un incipiente técnico de una de las mejores escuelas de fútbol de Austria (Simmering), además de elaborar los videoanálisis para un club de Segunda. «Tengo más talento como entrenador que como futbolista. Y soy muy joven, estoy aprendiendo mucho y disfruto de mi trabajo», explica Nikon con una sonrisa y un castellano más que correcto, uno de los cinco idiomas que controla. El año pasado cogió a un equipo sub´15, penúltimo en clasificación, y lo llevó a la segunda posición. Casado y con un hijo, ya tiene la Licencia B de la UEFA.

El niño prodigio del fútbol mundial de los años 90 no ha perdido el contacto con el balón. Juega en un equipo amateur, donde no para de marcar goles y dirigir con maestría al equipo desde el medio campo. Suficiente para saciar su hambre de futbolista. No le hace falta más. «Tengo ofertas de equipos superiores, pero ya he elegido mi camino. Para ser futbolista no sólo es la calidad. Eso es secundario. El fútbol se parece cada vez más al fútbol americano. A la calidad le tienes que unir fuerza y velocidad», aclara Nikon con un tono pausado, reflejo de una cabeza bien amueblada. Mientras para otros, la precocidad en su infancia estropeó sus vidas, a Nikon le ha servido para fijar bien los pies en el suelo. «A los niños futbolistas les aconsejo que estudien para tener alternativas en la vida», asegura.

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