Una calurosa tarde de marzo de 1997 las primeras figuras valencianas, con Genovés, hermanos Sarasol, Fredi, Oltra, Paquito, José Maria, Cervera€ inauguraban un flamante trinquet en el Centro Valenciano de San Juan de Argentina. Habían sido muchos años de sacrificio, de esfuerzo personal y colectivo, en Argentina y en Valencia, implicada la Generalitat y la Federació de Pilota que presidía Iñurria.
Por fin, se alzaba aquella obra con un cartel pintado en el rebote: «Benvinguts». Jugaron la preliminar algunos pelotaris de Paraná y del propio San Juan. Mostraron un nivel muy aceptable. Las gradas, a rebosar. Hijos y nietos de los primeros emigrantes llenaron la escalera. Algunos derramaron lágrimas debajo de la cuerda central.
El hijo del viejo trinquete Olimpia, derruido por el terremoto de 1944, no tenía palabras para alabar el acontecimiento y el juego de las figuras valencianas. Era el primer y único trinquete valenciano construido fuera de la tierra.
San Juan cuidó el trinquete; surgieron algunos aficionados que participaron en Mundiales celebrados en Valencia o Argentina. Decayó la actividad, sin duda por la falta de competidores, las kilométricas distancias entre los pelotaris de mano de la propia Argentina€la falta de motivación. El hockey sobre patines es el deporte preferido entre los jóvenes del Centro Valenciano.
El trinquet, cubierto y dotado de iluminación se usa ahora como almacén y como taller fallero. «El trinquet está preparado para un uso deportivo. Necesitamos un monitor durante una temporada y un proyecto que permita ilusionar a los jóvenes para la práctica de este deporte», afirma el actual presidente del Centro Valenciano que estos días visita Valencia. Juan Carlos Vallés tiene un plan: «primero el monitor, después consolidar algún torneo local y argentino y después optar al Mundial. El gobernador de San Juan es descendiente de Sax y aportaría ayudas. Pero lo prioritario es dotar de vida a esa magnífica instalación», concluye el mandatario.
Jóvenes con gran potencial
Pigat estuvo unas semanas de monitor en el año 2005, financiado por el mecenas José Luis López. Guarda un recuerdo inolvidable: «había chavales con mucha potencialidad. Creo que el argentino gusta mucho del deporte. Lástima que aquella experiencia no pudiera consolidarse», afirma a Levante-emv.
