Si algo describe a la pareja que forman Sugoi Uriarte y Laura Gómez es la compenetración y la pasión por un mismo deporte, el judo. Ambos llevan pisando los tatamis casi antes de que supieran andar y ahora, a sus 32 años, viajarán juntos a Río para cumplir el sueño de competir en unos Juegos Olímpicos. Esta experiencia, nueva para Laura Gómez, que se quedó a las puertas de Londres por una ajustada decisión de la federación española, es ya más conocida para un Sugoi que en 2012 se quedó a las puertas del bronce, donde perdió en un combate que pensaba que había ganado: «No lo he vuelto a ver, no he sido capaz. Lo recuerdo como que era mío, pero los jueces no lo vieron así. Empatamos, fue nivelado, pero se lo dieron a él, así es esto del deporte a veces y no hay que darle más vueltas», indica Sugoi, a lo que Laura añade: «hay que aceptar las decisiones y seguir para delante porque si no, nos quedaríamos estancados».

Ahora, cuatro años después, ambos esperan completar un gran papel en su última oportunidad de ser medallistas olímpicos: «Nos queda prácticamente un tiro y hay que gastarlo de la mejor forma posible. Lo que depende de nosotros, que es el entrenamiento y estar bien preparados ese día, creo que lo estamos haciendo muy bien», asevera Sugoi. A lo que, ambos, casi al unísono, agregan, «vamos a Río a liarla, claro que sí».

Motivación, ganas y calidad no les faltan. Por si fuera poco, estarán allí bien arropados por su equipo, el Valencia Club Judo, que, literalmente, es como una gran familia. No en vano, el padre de Laura es el entrenador de ambos. Un suegro que es mucho más que eso para Sugoi: «Para mí, Salva ha sido la gran referencia que he tenido en el judo y un poco en la vida. Nos ha educado en todos los sentidos y es un referente». Los dos quieren hacerlo bien también por todo lo que tienen detrás: «Vamos con mucha ilusión de afrontar esto juntos, con un equipo que nos ha respaldado, no solo estos 4 años, sino todos los anteriores. Queremos cumplir no solo por nosotros sino por todos ellos y tanta otra gente que nos apoya, como el proyecto FER, la federación, el ayuntamiento...»

Máxima compenetración

El judoca vasco afincado en Valencia y la judoca de l´Eliana viven juntos desde 2005, pero en su casa es complicado encontrar referencias al judo o a sus medallas. El motivo; hay que intentar evadirse de algún modo: «Hablamos mucho de judo, pero también hay que saber desconectar, hay momentos en que dices, hasta aquí, vamos a ponernos con otras cosas», indica una Laura, que confiesa que, entre sus pasiones, está ver series como Juego de Tronos. Es más, el día anterior a la entrevista su marido tenía una cena de amigos y ella no pudo aguantar y vio sola el último capítulo: «Luego le mandé un mensaje diciéndole que no había podido resistirme», confiesa entre risas.

Al preguntarle por qué es lo mejor de vivir y competir juntos, lo tienen claro: «La compenetración, no me imagino la vida con alguien que no fuera un judoca, señala Laura, a lo que Sugoi añade que «sería muy difícil, el hecho de entenderte cuando bajas de peso, el momento previo a un campeonato que estás más nervioso y susceptible...», a lo que Laura vuelve a comentar, riendo, «nos podemos mandar a freir espárragos tranquilamente que sabemos que no pasa nada».

Por si fuera poco, muchas veces les toca competir al mismo tiempo, como seguramente tendrán que hacer en Río: «Ella es el segundo peso de mujeres y yo de hombres, así que solemos luchar el mismo día y hasta a la misma hora. Por ejemplo, en el penúltimo campeonato yo estaba en combate y vi que a mi lado ella iba a empezar el decisivo, así que no podía evitar mirar cómo le iba. En un momento me dije: ´agárralo porque vas a perder´. Lo cogí en suelo y aún pude ir a animar a Laura», recuerda Sugoi.

Ellos, conscientes de que esto de la alta competición no es para siempre, se han formado bien, él es licenciado en Ingeniería Industrial y ella Licenciada en ADE, y siguen haciendo másters: «La falta de experiencia laboral hay que suplirla con un buen currículum académico dentro de lo que se pueda. Nosotros lo hemos tenido muy claro siempre, intentamos ser los mejores en la universidad y los mejores en judo», remata Sugoi.