Un Valencia dominador, constante y con personalidad derrotó a un apocado Athletic Club en Mestalla, en un triunfo sin fisuras perceptibles, de prestigio, que alivia a los blanquinegros en sus necesidades clasificatorias. Toda la escenografía fue redonda, feliz. El conjunto de Voro, con Parejo y Orellana moviendo los hilos, aprovechó una primera parte eléctrica para sentenciar el marcador con goles de Nani y el incansable Zaza, que se estrenó como goleador. Tres puntos esenciales que tranquilizan las pulsaciones de cara a la visita del Real Madrid el próximo miércoles, cuya previa se ve ahora mucho menos tensa.

Paciente con el balón, movido por una rabiosa energía cuando trataba de recuperarlo, el Valencia se fue a por el partido desde el inicio. Sorprendió la ausencia de Carlos Soler en el "once", pero Voro acertó en seguir dando la confianza a Munir El Haddadi. El jugador marroquí, como el resto, se vació en el trabajo colectivo y sería decisivo en el último pase. Un Valencia más acertado, más comprometido, y también acompañado por otro factor que se le atragantaba, como la necesaria fortuna. Alves ha recuperado la costumbre de esa primera parada salvadora. Una mano a disparo de Lekue en el minuto 12 evitó el 0-1 y abortó ese trauma conocido de tantas tardes en Mestalla, el de la presión insoportable de nadar contra corriente.

Solo un minuto después, el Valencia se puso por delante en el marcador, en una acción nacida de la fe de Enzo y Zaza en recuperar una pelota en tres cuartos, añadida a la calma de Orellana para dar el pase final a Nani, que definió a placer. Cada gol como local del Valencia rompe un dique liberador tan fuerte que incluso el portugués se olvidó de realizar su festiva voltereta. Había más ansia de gritar fuerte el gol, de golpearse el pecho a la altura del escudo, de celebrar con el resto de la grada que este grupo sigue vivo.

El juego siguió con los ahogados intentos de un tímido Athletic por construir el juego. Más allá de la sangre de Raúl García, poco ofrecía el rival, que tenía todas sys soluciones en el banquillo (Aduriz, Williams, Beñat?). Propulsado por Enzo y Parejo, el Valencia dominaba respiraba una constancia en su juego aplaudida por la grada. Nadie pestañeaba. Mangala auxiliaba a Siqueira en la izquierda, Orellana desahogaba de tareas a Parejo, Munir desmontaba los mitos en torno a la supuesta intermitencia de su fútbol anárquico y Zaza recogía la ovación de la grada con su encomiable lucha por cada simple balón.

El valor del delantero italiano se mide por un compromiso que cobra valor en la medida en la que físicamente va encontrándose cada vez más fino. Pero hoy también ha desbloqueado otro logro esencial, el gol. En el minuto perfecto, antes del descanso, Zaza recogió en solitario un pase filtrado por Munir y marcó el segundo. La definición no fue demasiado académica, resbalándose en el remate en un estilo que podría recordar al de aquel delantero, tan discutido como tan eficaz, que fue Julio Salinas. Zaza tumbó a Iraizoz hacia el otro lado.

Desde el 1 de mayo del pasado año no marcaba Simone, entonces con los colores de la Juve. En su tranquila celebración se le vio hasta emocionado por su reencuentro goleador, por la enorme losa descargada. Mestalla sonreía ante la perspectiva de una segunda mitad tranquila.

Valverde, que ya había quemado una carta por la lesión de Laporte, sacó pronto a dos primeros espadas, Aduriz y Williams, para tratar de dar emoción al partido y desafiar las pésimas estadísticas de los "leones" a domicilio. Sin embargo, los visitantes se quedaron con diez al notar Aduriz un pinchazo muscular a los pocos minutos de entrar. El exvalencianista, un verdugo habitual del Valencia desde que dejó el club, fue ovacionado por el estadio. No se olvida su profesionalidad, siempre callada y eficiente, cuando visitió de blanquinegro.

Con superioridad numérica y un marcador esponjoso, el Valencia trató de dormir el juego, una faceta en la que ha mejorado con la concentración de talento. Además, un Athletic desesperado por avanzar yardas dejaba espacios libres que Parejo leía a la perfección en aperturas a las bandas. Munir primero, Nani después, y más tarde Zaza, tuvieron muy cerca el tercero. A expensas de ese tanto, la tarde se redondeaba con los aplausos a Enzo en su sustitución, toda una reconciliación. En el 74 Alves, perfecto en los blocajes, aplacaba el último intento de suspense rojiblanco, atajando el disparo de Williams.

La afición acabó entonando algunos cánticos acordándose del Real Madrid, próximo rival. La montaña rusa emocional de Mestalla se atreve con todo, aupado en un equipo que, poco a poco, vuelve a ser el Valencia de toda la vida.

- Ficha Técnica:

2 - Valencia: Alves, Montoya (Cancelo, m.79), Mangala, Garay, Siqueira; Enzo Pérez (Carlos Soler, m.70), Parejo, Munir, Nani, Orellana (Bakkali, m.84) y Zaza.

0 - Athletic Club: Iraizoz, De Marcos, Bóveda, Laporte (Etxeita, m.30), Saborit; Iturraspe (Williams, m.53), San José, Lekue (Aduriz, m.53), Eraso, Raúl García y Muniaín.

Goles: 1-0, m.13: Nani. 2-0, m.45: Zaza.

Árbitro: Fernández Borbalán (Comité Andaluz). Amonestó por el Athletic a Raúl García.

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 23 de la Liga Santander disputado en el estadio de Mestalla ante 37.000 espectadores.