El piloto Héctor Barberá, el valenciano más veterano (31 años) del Mundial de Motociclismo, reincidió ayer como conductor peligroso fuera de los circuitos. Por segunda vez en cinco años, Barberá fue detenido y condenado por la policía por dar positivo en un control de alcoholemia. Además, también fue arrestado otra vez por conducir con el carnet retirado. En total, tres delitos contra la Seguridad Vial en los últimos seis años.

Héctor Barberá, subcampeón del mundo en la categoría de 125 cc (ahora con el nombre de Moto3) en 2004, fue detenido en la madrugada de ayer jueves en València por agentes de la Policía Local, tras haber dado positivo en un control de alcoholemia en la avenida Baleares. Concretamente, se le detectaron 0,67 miligramos de alcohol en sangre por litro de aire expirado. Al estar por encima de lo que se considera falta administrativa —que son 0,60 miligramos—, la policía tuvo que detenerlo y leerle los derechos. Hoy mismo será juzgado por un delito contra la seguridad vial.

El piloto de Dos Aguas, que actualmente corre en Moto2 tras ocho temporadas en MotoGP, la categoría reina, conducía un vehículo de alta gama (Audi R6) a alta velocidad.

Esta no es la primera vez que Barberá se enfrenta a un delito de este tipo. En enero de 2012 ya fue sorprendido en un control de alcoholemia cuando conducía un vehículo con una tasa superior a la permitida y condenado por ello. Dos años después, en febrero de 2014, también la Policía Local de València le volvió a detener en un control rutinario cuando conducía un Maserati con el carné retirado. En esa ocasión dio negativo en el control de alcoholemia al que se le sometió pero se le detuvo, en pleno centro de la ciudad, por quebrantamiento de la condena anterior a la privación del derecho a conducir.

Por otro tipo de delitos, en mayo de 213 el piloto valenciano fue condenado tras un juicio rápido celebrado en el Juzgado de Violencia de Género de Jerez de la Frontera (Cádiz), a 6 meses de prisión, conmutable por trabajos sociales al contar con antecedentes. Se trató de una denuncia recíproca por violencia doméstica por la que su pareja también fue condenada a 5 meses de prisión, aunque su pena quedó anulada porque no tenía antecedentes.