Más que el posible primer fichaje de la temporada 2018-19, Uros Racic es todo un síntoma de la filosofía de refuerzos que se va imponer en el Valencia CF, con Pablo Longoria en el timón. El centrocampista serbio, de 20 años, está a punto de firmar procedente del Estrella Roja de Belgrado para las próximas cuatro campañas, en un traspaso cifrado en dos millones de euros. Y por encima de todo responde al arquetipo de futbolista patrocinado por el director del área técnica. Es decir, jóvenes con proyección y, debido al profundo trabajo de mercado de Longoria, desconocidos para el gran público y aún situados fuera del radar de los grandes clubes, lo que implica un precio asequible.

Con esos parámetros se explica la llegada de Racic, así como el interés mostrado por el mediocentro francés Zaydou Youssouf, de 18 años, del Girondins o Cedric Augarreau, talento de 17 años del Olympique de Lyon. Jugadores que Longoria ya tenía en su agenda desde su etapa en la Juventus y que encajan a la perfección en el proyecto pensado por Peter Lim. El máximo accionista está encantado con la idea de fichajes de bajo coste que puedan repercutir en un retorno de rendimiento deportivo, pero además, también económico a medio plazo.

El fichaje de Racic está encaminado e incluso su representante, el exdelantero Igor Gluscevic, confirmaba a varios medios, entre ellos este periódico, las bases del acuerdo. Se trata de un futbolista casi inédito incluso para el llamado mundo parabólico. Es un mediocentro defensivo de gran envergadura (1'93 metros), que destaca por su capacidad para robar balones y una fácil circulación. La pasada temporada ha sido la primera en la que Racic, internacional sub'19 ha jugado con regularidad en el primer equipo del Estrella Roja, con 22 encuentros de Liga, otros dos en Copa y 10 participaciones en Liga Europa (solo una como titular). Desde Serbia, el portal Mozzart apuntaba que el Valencia CF podría buscar una cesión, habida cuenta de la competencia extrema que va a encontrar en el centro del campo, con Parejo, Kondogbia, Coquelin, Soler y con su compatriota Maksimovic en el mercado.

En el otro lado de la balanza, Marcelino aspira a que el club saque otra vez tajada de jugadores experimentados sin protagonismo en grandes equipos, como sucedió con Neto, Paulista, Murillo o Kondogbia.