La Guerra Civil no detuvo todas las competiciones porque hubo torneos en Valencia, Cataluña y Murcia con la disputa de la Copa del Presidente de la República que ganó el Levante (1-0) al Valencia, además de los torneos de Andalucía, Galicia y el País Vasco tras la llegada de la tropas nacionales.

En Euskadi se creó una selección que recorrió varios países de Europa y finalmente recaló en México. En aquel equipo figuraron internacionales como Blasco, Areso, Ahedo, Cilaurren, Muguerza, Roberto, Zubieta, Pedro y Luis Regueiro, Emilin Alonso, Irarragorri, Lángara y Gorostiza. Además también los catalanes Vantolrrá, Escolá, Zamora, Raich y el vasco Zabalo, Algunos de los exiliados fueron grandes ídolos en Argentina. Fue el caso de Blasco, Iraragorri, y especialmente Zubieta y Lángara, históricos jugadores de San Lorenzo de Almagro. Lángara debutó contra River y marcó los cuatro tantos de su equipo. Durante dos temporadas consecutivas fue el máximo goleador de la Liga.

En los años republicanos se disputaron varios partidos. El último encuentro internacional se jugó en Berna el 3 de mayo del 36. El equipo fue este: Blasco; Zabalo, Ahedo; Zubieta, Muguerza (Vega) Roberto; Vantolrá, Luis Regueiro, Lángara, Lecue y Gorostiza. Durante la guerra hubo dos partidos espurios con Portugal en Vigo y Lisboa. Fueron dos equipos nacionales sin los mejores futbolistas. Portugal venció en ambos y pretendió que figuraran como oficiales en su historial. La FIFA lo desestimó.

España volvió a jugar y el equipo fue este: Pérez (Echevarría); Mieza, Oceja; Gabilondo, Rovira, Ipiña; Epi, Jorge (Escolá que había regresado a España) Campanal. Campos y Gorostiza (Este abandonó en Francia a la selección de Euskadi).