Luis Manuel Rubiales (Las Palmas de Gran Canaria, 1977), el hombre que ha tomado la decisión más transcendental en la historia de la selección española, forjó su valentía entre las paredes del Ciutat de València. Su escuela fue la grave crisis que vivió como futbolista en el Levante UD de la temporada 2007-08, cuando su entonces propietario, Pedro Villarroel, dejó pagar las nóminas de los jugadores. Rubiales cogió la bandera de la reivindicación y se erigió en portavoz y negociador del grupo. En el reivindicador de una causa justa.
Pieza clave en los ascensos a Primera de 2004 y de 2006, Rubiales no destacó por ser un jugador con grandes cualidades técnicas. El poder del defensa se articulaba en su físico, en una sorprendente fortaleza mental y en sus habilidades para conectar con el resto del vestuario. Desde su llegada al Levante UD, fue un soporte anímico para el resto de la tropa. «Tenía carisma y capacidad de liderazgo. Siempre que había tomar decisiones importantes, se le preguntaba a él», recuerda uno de sus ex compañeros en el Levante UD. Rubiales rompía ya los tópicos que caracterizan la figura del futbolista. Sus conocimientos de inglés y su vocación universitaria —cursó estudios de Derecho y de Enfermería— le convirtieron pronto en una referencia para el resto de jugadores en asuntos no deportivos. Durante la pretemporada de 2004, en Biescas, ejerció de traductor para los futbolistas extranjeros.
Pese a no alcanzar la categoría oficial de capitán del Levante UD, acción que desempeñó Iñaki Descarga durante aquellos años, Rubiales tomó definitivamente el protagonismo en otoño de 2007, cuando afloró la crítica situación financiera del club. Rubiales se puso al frente de la rebelión y planteó las primeras medidas de presión contra el consejo, presidido por Julio Romero y dirigido, desde la sombra, por Pedro Villarroel.
Protesta histórica en Riazor
Con una inusual capacidad de comunicación y de liderazgo, Rubiales se erigió en el cabecilla corporativo del vestuario. Comenzó entonces a establecer contactos con la AFE, con la Liga y con otros clubes para buscar apoyos para el cobro de los sueldos.
Rubiales ideó la queja de los jugadores del Levante UD, el 7 de mayo de 2008, en el estadio de Riazor. El equipo saltó al campo con una camiseta con el lema «Solución ya» y se mantuvo de rodillas, previo pacto con los futbolistas del Deportivo, el primer minuto del partido. Horas antes, en la puerta del hotel, Rubiales había mantenido una acalorada discusión con un consejero del club. El directivo trataba de convencer al futbolista para que el grupo desistiera de protestar en el campo, un gesto que perjudicaría las negociaciones de Julio Romero con un banco para obtener un préstamo, y que podría desembocar en la petición del proceso concursal. «¿Me estás amenazando?», le recriminó el jugador. Semanas después, fue la plantilla la que pidió ante el Juzgado de lo Mercantil la aplicación de la Ley Concursal. Para entonces, Rubiales se había asesorado en todos los estamentos necesarios. Hasta consiguió el apoyo del Real Madrid en el último partido de Liga para desconvocar una huelga.
En 2010 llegaría la presidencia de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), un colectivo poco activo hasta entonces. En el inicio de la temporada 2011-2012, convocó la primera huelga, en 27 años, de futbolistas de Primera y Segunda División para pedir que se firmase un convenio colectivo que crease un fondo para garantizar el pago de los sueldos de los futbolistas e impusiese sanciones a los clubes que no cumpliesen con los pagos. En 2016, integró a las futbolistas en la AFE, antes de iniciar su salto a la Real Federación Española de Fútbol. El pasado mayo ganó las elecciones ante el otro candidato, Juan Luis Larrea, por 80 votos contra 56.
A tres días del debut de España en el Mundial de Rusia, y con el cargo recién estrenado, Rubiales no titubeó el martes para despedir a Julen Lopetegui como entrenador de la selección española, tras su anuncio como técnico del Real Madrid. Fue su reacción a la traición del técnico. «Los valores están por encima del dinero», respondió el jueves en la rueda de prensa. El mismo espíritu que aquel Rubiales futbolista del Levante UD.
