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Amaño

Los que no se vendieron en San Mamés

Luis Rubiales nombra a José Molina director deportivo de la federación española - Ambos forman parte del grupo de 4 jugadores, junto a Tomassi y Ettien, del Levante UD de 2007 que no aceptó cobrar por dejarse ganar ante el Athletic en la última jornada de Liga

Rubiales y Molina, ayer, en la presentación de este último como director de la RFEF. efe/javier lizón

La designación de José Francisco Molina (València, 1970) como nuevo director deportivo de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) por parte de su presidente, Luis Manuel Rubiales, está argumentada en bases muy sólidas. Ambos son dos viejos conocidos y los dos pertenecen al mismo perfil. Coincidieron en el Levante UD en la temporada 2006-07, la previa a la grave crisis que llevó al club al borde de la ruina, y a Segunda División, en 2008. Molina abandonó el club en junio. Rubiales no sólo continuó, sino que forjaría al curso siguiente su carácter sindicalista y de liderazgo que le llevaría, 3 años después, a presidir la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y, este año, la RFEF. Fue el que cogió la bandera de una plantilla que sufrió los impagos de las nóminas desde principios de campaña.

Meses antes, el 17 junio de 2007, Rubiales y Molina protagonizaron, junto al italiano Damiano Tomassi y el marfileño Félix Ettien, la rebelión en el vestuario del Levante UD a venderse ante el Athletic Club de Bilbao en el último partido de Liga, en San Mamés. No pudieron evitarlo, porque parte de la plantilla ya había acordado, supuestamente, cobrar por dejarse ganar ante el Athletic, que necesitaba vencer para evitar el descenso. El Levante UD, que ya estaba salvado, terminó perdiendo por 2-0, pese a que los tres futbolistas citados se dejaron todo sobre el césped para evitar la derrota. Molina, de hecho, evitó que la derrota fuese más abultada. Fue el mejor jugador del partido, el último que jugó en el club de Orriols pese a restarle un año de contrato.

La cadena de televisión Popular TV desveló meses después, a través de una grabación, el supuesto amaño de aquel encuentro. Se trataba de una conversación entre el entonces capitán del Levante UD, Iñaki Descarga, y el presidente, Julio Romero, en la que se vanagloriaban de la presunta venta. El lateral afirmaba: «Ahora todos quieren la prima. Está metida en una caja fuerte. Si tú ves el partido, no se puede decir que esté amañado». Posteriormente, añadía: «Se lo debí decir a toda la plantilla, pero, si lo hago, no se hace».

Los cuatro rebeldes -Molina, Rubiales, Tomassi y Ettien- eran citados despectivamente por Descarga y Romero. «Yo, esa noche, pude dormir muy tranquilo», dijo entonces el ahora presidente de la federación, aunque no denunció lo ocurrido. El Levante UD estaba entrenado por Abel Resino y un miembro de su cuerpo técnico confirmó que, efectivamente, algunos jugadores habían decidido dejarse ganar en contra de la opinión de otros y del propio Abel, y que ello generó mucha tensión. Testigos de aquella expedición a Bilbao cuentan cómo parte de los futbolistas se repartían el dinero, supuestamente, en los baños del aeropuerto de Endika (Bilbao).

Nunca trascendió quién colocó aquel micrófono en el despacho de Julio Romero, entonces presidente interino del Levante UD después de la dimisión de Pedro Villarroel, que continuaba siendo el propietario del club a través de la empresa Cofiser junto a su exsocio Ángel Rubio.

En aquella conversación, de la que hablaban del posible pacto para que ganaran los rojiblancos, Romero aseguraba además que Ángel María Villar, entonces presidente de la Federación, conocía el trato porque el Levante UD quería hacer ver que no estaba «en contra de los suyos» (en referencia al Athletic).

La Fiscalía Anticorrupción no consiguió que ningún jugador testificase por aquel supuesto amaño. Los únicos jugadores de aquel Levante UD que hablaron públicamente fueron Rubiales y Ettien. Lo hicieron para decir que a ellos nadie les habló de fraude y que no creyeron que sus compañeros lo pactaran.

Rubiales, ayer, destacó que Molina, es la «persona idónea» para ocupar el cargo porque tiene una «idea parecida» a la de dicho organismo. «Molina ha sido jugador de la selección. Ha sido jugador profesional, ha trabajado como técnico y es una persona que, por su conocimiento del fútbol y por sus ideas, muy parecidas a las nuestras, es la idónea», manifestó en rueda de prensa en la Ciudad del Fútbol de las Rozas (Madrid).

Se estrenó como jugador de campo

Molina jugó en la selección española en 9 ocasiones. Curiosamente, en su debut no jugó de portero. Javier Clemente le dio salida en un amistoso ante Noruega (0-0), en abril de 1996, como interior zurdo tras la lesión de Juanma López y los cambios de campo estaban agotados. Fue convocado para el Mundial de Francia de1998 y para la Eurocopa de los Países Bajos de 2000.

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