¿Cómo le va la vida a Goran Vlaovic?
Me va todo bien, aquí en Croacia. Sigo vinculado al fútbol con una agencia de representantes. Veo fútbol, viajo todo lo que puedo, no me quejo.
¿Va a ser Croacia campeona del mundo? Menudo sueño.
Un sueño precioso. El sueño final es ser siempre campeón del mundo, como todos los equipos. Pero a lo que se aspiraba, lo que se esperaba, era intentar llegar a las semifinales para repetir lo que hicimos en el 98. Poder ganar el Mundial es indescriptible, puede quedar para siempre en la historia del fútbol mundial.
¿Qué se respira en las calles del país?
(Ríe). Es una locura. Todas las calles están llenas de coches, de gente, de banderas, de una felicidad grande. Es una fiesta en todas las ciudades, especialmente aquí en Zagreb. Es muy especial todo lo que vivimos.
¿Cómo ve la final? ¿Se parece a la semifinal con Francia que jugaron ustedes en el año 98?
Será parecido, la estructura de los dos equipos tiene similitudes. Lo que cambia es que es una final. Aquí no se va a rendir nadie. Nuestros jugadores deberían estar cansados, con tres prórrogas, pero no se notó esa diferencia con los ingleses. Ningún jugador quería ser sustituido. Eso va a suceder en la final, sabemos que es un partido para toda la vida y vamos a chupar fuerza de donde sea.
Croacia está demostrando mucha calidad pero también coraje. Tres remontadas seguidas y tres prórrogas.
Es la prueba del estado psicológico en el que está instalado el equipo. O mejor dicho, el ejemplo de la conciencia de lo fuerte que estamos y de la oportunidad que tenemos. Por mucho que nos golpeen, podemos volver al partido sin ningún problema. Contra Dinamarca, Rusia e Inglaterra empezamos perdiendo, al final logramos remontar. Esa capacidad define a un equipo campeón.
¿De dónde se extrae esa competitividad al límite?
No creo que tengamos un orgullo patrio superior al de Argentina o España. En todas las selecciones ocurre. Lo que pasa en esta ocasión es que tenemos muchísima calidad, muchísimo talento y un grandísimo equipo. Nuestros jugadores son determinantes en clubes de primer nivel. Modric es una pieza fundamental en el Real Madrid, que es el mejor equipo del mundo en la actualidad. Perisic en el Inter, Rakitic es importantísimo en el Barcelona, Lovren es fijo en el Liverpool... Saben jugar muy buen al fútbol, saben cómo ganar, cómo adaptarse a grandes escenarios. Cuando juntas todo eso en un equipo, los resultados llegan.
Los jugadores actuales de Croacia eran niños en la guerra de los Balcanes. A su generación el conflicto le interrumpió la carrera. Con un trauma semejante ¿cómo es posible acabar triunfando?
Marca mucho vivir una guerra cuando eres niño. Pero por eso tenemos ese orgullo un poco más grande que los demás equipos. Pensar que peleamos por una bandera nos ayuda.
Veinte años después, ¿es comparable la actual Croacia a la que usted jugó en los años 90?
En aquellos tiempos teníamos calidad, pero en esta selección todavía hay más.
¿Más? Ustedes jugaban con Boban, Prosinecki, Jarni, Suker...
Éramos buenos. Y por ese motivo llegamos a conseguir cosas, pero ahora Croacia tiene más calidad y más potencial. Ellos han llegado a la final, algo que nosotros no logramos. Y es algo que se debe respetar, ellos pasan a ser la referencia.
Vamos a 1996. Eurocopa, lluvia, el partido en Nottingham frente a Turquía... ¿Qué supuso marcar el primer gol de la historia de Croacia en un torneo?
Estoy orgulloso, ¿qué puedo decir? Siempre seré el primer jugador que marcó un gol para mi país. A veces supone una carga un poco pesada, porque me lo recuerdan al inicio de cada gran campeonato.
Es lógico. Además fue un golazo, se regateó a media Turquía.
Sí, empecé a correr y no paré. Por todo lo que suponía, es el gol favorito de toda mi carrera.
¿Cómo ve a su Valencia, qué le parece su resurgimiento?
Me hace feliz. Después de unos años complicados, todo está saliendo bien. Espero que todo siga hacia adelante y que lleguen a cotas más altas.
En su época también se superó una mala etapa, en la transición de Aragonés a Valdano, y con Ranieri llegó el éxito.
Fue un proceso con paciencia hasta llegar al primer recuerdo que me viene a la mente, la final de la Copa del Rey de 1999. La fiesta que se vivió en València fue igual que el recibimiento a Croacia tras el Mundial de 1998. Recuerdo la alegría en Mestalla, el Ayuntamiento... Después seguimos creciendo y en mi último año llegamos a la final de la Champions. Luego se repitió la hazaña, se ganaron dos ligas... Fue la culminación de un gran trabajo.
¿Tiene referencias de Racic? ¿Avala su fichaje por el Valencia?
No tengo un conocimiento detallado, es muy joven, pero si el Valencia se ha fijado con él, a su edad, es que debe ser bueno.
¿Mantiene el contacto con València?
Estuve unos años que no pude venir. Últimamente más, a veces por trabajo. Siempre que puedo voy a Mestalla.
¿Va a venir al Centenario? Se está preparando un reencuentro de todos los jugadores vivos de la historia del club.
Si me invitan, pienso ir, tienen mi número (bromea). Juntarnos en Mestalla sería bonito.
¿Verá la final en Moscú el domingo?
Creo que nos están organizando a los del 98 para poder ir, aunque todavía no está claro. Pero lo importante será ganar el Mundial, y no tanto dónde vea la final Goran Vlaovic.
