El Barcelona, líder de la Liga, apuesta fuerte por el central colombiano Jeison Murillo, del Valencia, decimocuarto clasificado, por quien paga una cesión de dos millones de euros y se reserva una opción de compra de 25 millones. El Valencia CF pagó 10 al Inter de Milan en verano de 2017. Murillo ocupará en principio la plaza de tercer central en el Barça, tras Piqué y Lenglet, habida cuenta de que Umtititi y Vermaelen están lesionados.

El técnico del equipo valenciano, Marcelino, ya ha avanzado que el club no cubrirá esa vancante en el centro de la defensa, según dijo en una entrevista en Superdeporte. Señal de que todos los esfuerzos de la entidad de Mestalla irán destinados a fichar un delantero. Si se puede, tras encontrar una salida a los puntas fichados el pasado verano, Gameiro y Batshuayi. El club ya asume sin ambages el error de estas dos contrataciones y pretende subsanarlo lo más pronto posible. Los considera principales responsables de que el equipo sean, tras 16 jornadas, el menos goleador del campeonato, con apenas 13 tantos, uno menos que el Huesca.

Doble o nada para Marcelino

La operación es óptima para el Valencia desde el punto de vista económico: se trata de obtener un beneficio de al menos dos millones, más el sueldo del jugador, además de liberar una ficha para cumplir con el 'fair play' financiero y poder contratar un nuevo futbolista.

El riesgo lo asume todo el entrenador del VCF. Si Murillo triunfara en el Barça, sobre Marcelino caería la acusación de hacer prevalecer sus fobias personales al rendimiento deportivo, tal y como sucedió con el delantero italiano Zaza el pasado verano. Todo depende del propio Murillo. Si es el mismo del primer tercio de la pasada campaña (un central rápido, rápido y contundente), el técnico azulgrana, Ernesto Valverde, habrá conseguido un muy buen refuerzo. En caso contrario, dará la razón al técnico asturiano del Valencia, que dejó de confiar en él a su regreso de una lesión en el pubis.

El puesto, en todo caso, parece bien cubierto con Garay, Gabriel Paulista (ahora lesionado), Diakhaby y Vezo. La sorpresa de este primer tercio de Liga está siendo Diakhaby. Pese a las retiecencias iniciales por su falta de armonía en carrera, el central francés, de 23 años, está siendo cada vez más sólido en su juego, tanto en defensa como en sus incorporación al ataque en las jugadas de estrategia: marcó ante el Sevilla en el descuento y a punto estuvo de hacerlo en el Juventum Stadium tras un soberbio cabezazo desviado en la raya de gol por el meta polaco Szczesny. Otro recurso es el polivalente Vezo.