El PSPV contiene la respiración

El PSPV contiene el aliento. No es una sensación particular, única de la federación valenciana, sino que el nudo en la boca del estómago por el sentido de la decisión de Pedro Sánchez y sus consecuencias atañen a todo el PSOE y al espacio progresista. Sin embargo, la organización que encabeza Diana Morant tiene sus propios motivos para aguantar la respiración y esperar al devenir de los acontecimientos en la Moncloa. 

De momento, la primera consecuencia es el retraso en la candidatura al Parlamento Europeo. La comisión de listas se debía haber celebrado ayer, pero se pasa al martes. Uno de los nombres señalados es el de la portavoz en València, Sandra Gómez, quien se ha postulado para concurrir en la papeleta. Su entrada en la cámara europea va más allá de su nombre sino que supone una renovación en el PSPV del cap i casal.

La vicealcaldesa de València se ha mostrado en todo momento próxima a Morant y espera que esta cercanía le sirva de aval ante Ferraz y, sobre todo, ante Sánchez, que es quien decide o, al menos, debía decidir en una candidatura tan particular como la de los comicios europeos, con circunscripción única y donde suelen converger perfiles políticos y con experiencia europea. 

Ese debate ahora ha quedado totalmente encapsulado, en espera de que Sánchez comunique si continúa o no. En caso de seguir, que es el escenario en el que trabajan en el PSPV pese a que la sensación es de incertidumbre, el presidente del Gobierno continuará teniendo un gran peso en la confección de la papeleta y Morant deberá jugar sus cartas para proponer a perfiles afines en los mejores puestos de salida posible.  

Otra cosa es si se marcha. Las listas se deberían aprobar en un escenario convulso y fuentes conocedoras del funcionamiento del partido interpretan que en ese caso la responsabilidad recaería en el secretario de Organización, Santos Cerdán, quien al no tener el mismo poder de decisión que Sánchez dentro del partido, requeriría de la colaboración de los barones en esta tarea. O dicho de otro modo, el adiós de Sánchez podría dar más poder de decisión a Morant para esta lista. 

Relación estrecha

Sin embargo, la salida del presidente del Gobierno no es ni mucho menos el escenario deseado y así lo evidencian las llamadas a la movilización para respaldar al líder socialista. El PSPV confía en que siga Sánchez porque es el principal activo para movilizar al espacio progresista y el Gobierno de España es la mejor plataforma para que su líder se impulse en la carrera hacia la Presidencia de la Generalitat en 2027. Ahora bien, la incertidumbre va en aumento.

Es ahí donde aparece la pregunta sobre si los socialistas valencianos podrían resistir una hipotética salida de Sánchez. «Estamos preparados», expresan fuentes de la organización. Entre los motivos que señalan diferentes voces del partido es que Morant ha sido elegida secretaria general en un congreso hace un mes, por lo que cualquier movimiento pillaría a la federación «con los deberes hechos», explica un dirigente del partido quien considera que el escenario sería completamente distinto si la sucesión de Puig no se hubiera cerrado. 

Además, señalan que el principal aval de Morant fue el apoyo directo de Sánchez, quien continúe o no, seguirá como referente de las bases, pero que también se sumaron otros factores internos del PSPV en esa reagrupación de familias que no tendría por qué cambiar. A ello se agrega que en caso de que el presidente del Gobierno decidiera marcharse quien asumiría su lugar sería la actual número dos en el Ejecutivo y el partido, María Jesús Montero, con quien Morant ha generado una relación estrecha. 

Su elección supondría también un mensaje de continuidad del núcleo duro del sanchismo que se trasladaría a los territorios, aunque hay quienes advierten que el principal efecto en el PSPV sería que Morant necesitaría pactar más con los distintos sectores. No obstante, una dirigente con varias batallas a cuesta señala que el Partido Socialista tiene "140 años de historia y siempre ha salido adelante de todos los retos". De hecho, agrega que el debate abierto sobre los límites de la forma de hacer política es "positivo". Otra cosa sería perder el Gobierno central donde el seísmo sería mayor, «pero eso es entrar en política ficción». 

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