La Fonteta volvió a ganar en Europa y los «taronja» superaron al Alba Berlín para lograr el primer punto de la final de la Eurocup. Los valencianos sólo necesitan un triunfo más para ser campeones. Puede hacerlo el viernes, en Berlín. Si no lo lográ, habrá un tercer partido en La Fonteta el lunes.

El Valencia Basket, sabedor del poder ofensivo del Alba Berlín, salió con el cuchillo entre los dientes en defensa tratando de neutralizar la velocidad de los alemanes. La jugada salió a las mil maravillas. De la mano de un casi infalible Will Thomas los «taronja» lograron marcar las primeras rentas en el marcador (17-10). La entrada de Matt Thomas dinamitó algo más el poder ofensivo de los valencianos. Tres triples del norteamericano elevaron los decibelios de la Fonteta para alcanzar la máxima ventaja hasta ese momento en el segundo cuarto (26-15).

Con la situación bien encarada, el Valencia Basket perdió algo de rigor en la cancha, por una dirección algo errática, además de bajar algo de energía atrás. El Alba Berlín se aprovechó de esto y tuvo en Siva y Hermannsson a sus principales actores para poco a reducir la desventaja hasta lograr equilibrar el marcador (35-35). Los de Ponsarnau, a base de pundonor y talento, salvaron este momento crítico para conseguir llegar al descanso con una mínima ventaja (41-38).

La reanudación mostró un juego de intercambio de canastas que comenzó a desnivelar Will Thomas y Van Rossom. El de Baltimore por dentro y el belga desde el perímetro obligaron a Aíto a parar el partido tras esprintar en el luminoso el conjunto valenciano (58-49). No mejoró el panorama para los alemanes porque el Valencia Basket siguió firme en su trabajo defensivo y con paciencia en ataque. Matt Thomas continuó mostrando su carácter letal mientras que se unieron al entramado «taronja» jugadores como San Emeterio o Dubljevic, que poco a poco destrozaron a un Alba Berlín descompuesto y que veía como al final del tercer cuarto el choque se le ponía casi imposible (71-53).

La dirección de Diot permitió a los de Berlín meterse de manera indirecta en el choque. El francés evidenció no estar en su mejor momento con varias pérdidas de balón y unos tiros erráticos. Ponsarnau volvió a echar mano de Van Rossom, pero el apagón anotador en los valencianos fue evidente y los nervios hicieron acto de presencia tras encajar un parcial de 0-8 (71-62). En otra situación compleja el talento eclosionó para fulminar el choque para sellar el choque con un despliegue en aro contrario brutal y que sentenció Dubljevic con un triple que puso en pie a la afición (83-67). Pese al doble rasero arbitral, mucho más estricto en la zona valenciana ya no se temió por el triunfo. El Valencia Basket ya otea el título. Está muy cerca.