El Valencia Basket afronta esta noche en la Fonteta frente al Unicaja el duelo aplazado por la disputa de la final de la Eurocup. El choque tiene algo menos de efervescencia de lo que siempre engloba un partido entre valencianos y malagueños. Ambos proyectos fueron confeccionados para jugar la Euroliga la próxima campaña y a ese tren se han subido los «taronja» con el atenuante de que de manera indirecta le han cerrado la puerta de la máxima competición continental a los andaluces, quienes incluso ganando la liga, no tienen ya plaza. Para más inri, el Valencia Basket procederá al ascenso del banderín en el techo de la Fonteta con el emblema de campeón de la Eurocup.

El reto inmediato fijado es, pues, el de alcanzar la cuarta plaza al final de la fase regular y disponer así de un factor cancha en una primera eliminatoria en las que dos conjuntos tienen muchas probabilidades de cruzarse. El Valencia Basket parte con algo de ventaja tras la última jornada. Su victoria ante el Tenerife, unido al traspié del Unicaja en Lugo, han abierto una brecha de un triunfo que hoy podría ser de dos en caso de que los de Ponsarnau saquen el encuentro adelante. Si esa victoria fuera por trece o más puntos de renta, se conseguiría además superar el average general con los malagueños, con lo que habría un margen de tres triunfos con sólo seis jornadas por delante. La motivación de los valencianos, con el gran objetivo cumplido, pasa ahora mismo por competir por este reto como reconoció el propio técnico «taronja». «Está claro que tenemos que intentar competir este final de liga para conseguir las mejores opciones y para tener el factor campo el máximo de partidos posibles», indicó.

La rivalidad entre los dos clubes ha sido máxima en los últimos años y de hecho el Unicaja es el rival más habitual de los valencianos de los últimos cuatro años con un total de nueve precedentes. El encuentro tendrá un componente especial para el jugador canadiense Doornekamp que podría disputar su partido 100 en la Liga Endesa tras su periplo anterior en Tenerife y su segundo año con la camiseta del Valencia Basket.

El Unicaja llega con la baja de Carlos Suárez aunque ha recuperado a sus dos nacionales, Alberto Díaz y Jaime Fernández.