El pasado martes día 21 de mayo falleció en València Concha Carpí Vivó a los 68 años de edad, tras una penosa enfermedad. Concha Carpí Vivó comenzó la práctica del atletismo en el colegio de las Dominicas, de València, cuando tan sólo contaba con 14 años de edad y un pequeño grupo de muchachas se decantaron por este deporte.

Esther Luis fue su primera entrenadora y siempre apreció la enorme voluntad de esta atleta. Concha pertenecía al club Medina y, siendo atleta juvenil, compitió en Estocolmo en los Juegos Escolares de la FISEC, donde logró la tercera plaza en 100 metros. También formó parte de la selección valenciana que en marzo de 1967 se desplazó a Perpiñán para tomar parte en un cuadrangular con equipos franceses.

Entre el año 1967 y 1973 fue una de las atletas más destacadas del atletismo valenciano. No se puede olvidar que hasta el año 1963 la práctica del atletismo entre las mujeres estuvo prohibida por las autoridades franquistas al considerar el atletismo un deporte poco femenino y que podía atentar a la maternidad.

En Pamplona, el 12 de octubre de 1967, consiguió su primer récord regional en la distancia de los 100 metros con un crono de 13.2, una marca excelente para la época. Ese mismo día hizo 27.7 en 200 metros, con lo que lograba su segunda plusmarca regional.

Un año más tarde, el 29 de junio de 1968, marcó en las pistas del estadio de Fornàs del Puerto de Sagunto una excelente marca en 400 metros con 62.7, sexta mejor marcan absoluta española del año. El 1 de julio de 1973 hizo 2.27.3 en 800 metros, nuevo récord regional; y el 29 de agosto de 1973 lograba en València 5.18 en 1500 metros, nueva plusmarca.

Si las marcas de Concha Carpí fueron buenas, aún hubiese sido posible que las hubiera mejorado de haber contado con unas condiciones laborables más positivas.

Concha trabajó desde muy joven con su madre en un puesto de fruta del Mercado Central donde acudía a las 6 de la mañana y donde permanecía atendiendo a la clientela hasta las 4 de la tarde.

Hace unos años nos comentó que esperaba jubilarse para volver a correr y pasárselo bien como tantas y tantas mujeres lo hacen en la actualidad. Tristemente no pudo ser.