La selección española sub-19 fue recibida en el Aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez nada más aterrizar desde Armenia, donde el sábado derrotaron a Portugal (0-2) para levantar el octavo título en esta categoría y consagrar a una Generación del 2000 que hizo lo propio en el Sub-17 hace dos años.

El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, les recibió a su llegada y les dedicó unas palabras de agradecimiento en las que ponderó la fuerza del grupo: «Os dije antes del partido que creía en vosotros y que íbais a ganar. Habéis dado lo máximo y habéis ganado como un equipo. Un equipo es lo que hemos visto en vosotros», declaró.

«He visto dos porteros, que uno había jugado y otro no, que estaban abrazándose celebrándolo. He visto cómo jugadores que serían titulares indiscutibles han tenido que quedarse en el banquillo y han estado sumando, eso es muy importante; todos habéis contribuido en que España gane», prosiguió.

Rubiales quiso felicitar también al cuerpo técnico, liderado por Santi Denia: «Sois unos técnicos maravillosos. Con Santi he tenido la suerte de competir un poco, aunque nos veíamos pocos porque ambos éramos defensas. No tenéis que darnos las gracias, tratamos de poner todos los medios a vuestra disposición para que trabajéis a la par de Alemania, Portugal, sois el mejor cuerpo técnico».

Por último, el presidente de la RFEF destacó el papel de Ana Muñoz, vicepresidenta, y la igualdad de premios en las categorías inferiores de la Federación: «Ayer me sentí realmente orgulloso por varias cosas. Cuando pasasteis a recoger las medallas y la copa allí había una mujer representando al fútbol español, como Ana Muñoz que es una persona de máximo nivel».

«Quiero darles las gracias a los jugadores», añadió, «porque ellos han sido los primeros en ganar un torneo tan importante y tener el mismo premio equiparado a las mujeres. Todas las categorías inferiores españolas reciben el mismo premio», dijo. Ana también se dirigió a los futbolistas: «Hacéis que todo el mundo vibre con la pasión con la que competís en el terreno de juego. Sentis que sois una única piña representando a vuestro país».